13/1/13

“El nacionalismo catalán es una mafia que se ha hecho con el poder económico y que no hay manera de desbancarla, porque sabe que si la desbancan, va a la cárcel. Van a luchar a muerte para tener sus jueces comprados, su policía propia…”

"Félix de Azúa, doctor en Filosofía, catedrático de Estética y escritor, en una entrevista para El Cultural, este viernes:
[...] Ya dijo usted en alguna parte que el XX era el siglo idiota por excelencia, especialmente su segunda mitad…
La frase tiene su contexto. Era una contestación a la afirmación de Flaubert de que el siglo XIX era el más idiota. Yo le corregía y decía que no, que la segunda parte del XX lo era mucho más. Pero en estos momentos no utilizaría la palabra idiota, me parece demasiado moderada. Va a ser difícil superar su barbarie, su salvajismo, su horror.
Es muy bestia pensar que comienza con la primera guerra mundial, sigue con la revolución rusa, que es una barbarie absoluta, continúa con el estalinismo, que es una acumulación de cadáveres gigantesca, luego el III Reich, y la II guerra mundial que culmina con la explosión de Hiroshima. Esto es muy difícil de superar. Yo nací el año en que todo esto se terminaba.
El 44. Cuando vas leyendo libros de historia, vas sabiendo que ha habido periodos espantosos, como el llamado siglo de Hierro, el XV, que es un siglo de anarquía en Europa, donde la gente vivía aterrorizada. Pero el XX es, cielo santo, la aplicación de la revolución industrial a la destrucción de los seres humanos. Inenarrable.
Produce un shock de tal naturaleza que es inútil pensar que la vida va a seguir exactamente igual. Esto que llamamos crisis, no es una crisis, es un cambio de piel. El mundo va a cambiar radicalmente. [...] Cuando se habla de esta crisis siempre pienso lo mismo: sí, es la ruina, pero especialmente para la gente de 40 años para arriba.
Los otros se van a adaptar. Y la prueba es que mi generación vivió en un mundo mucho más pobre, más miserable, y encima con Franco. De modo que cuando me vienen los niños a llorar diciendo “oh, qué mundo nos vais a dejar”, pienso que tienen un morro que se lo pisan.
El mundo lo tenéis que hacer vosotros, porque a nosotros no es que nos dejaran un mal mundo, es que nos arrojaron a un auténtico desierto, y mira, salimos adelante. Vosotros tenéis que hacer lo mismo. Pero quedarán, eso sí, un par de generaciones aplastadas, y eso es terrible.
[...] [Sobre la universidad]
Los chicos ya se habían dado cuenta de que les habían estafado. Algunos estudios técnicos no lo son absolutamente, pero sí en el sentido de que cada año salen 3.000 arquitectos y eso es una tomadura de pelo, eso es anularlos y, claro, están deprimidos…
Luego, he constatado que, en una ciudad como Barcelona, los chavales se han hecho independentistas como nosotros nos hicimos comunistas, por hacerse algo que toque las narices a los que mandan, a los que mandan de verdad, que no es la familia Pujol. [...]
En fin, creo que la universidad está destruida. He estado 30 años y sé de lo que hablo. El 80% de los profesores trabaja un cuatrimestre, pero ya sé que nadie se atreve a decirlo.
Creo que las reformas que está imponiendo Wert son mucho más racionales de lo que se le está reprochando, pero que las ha presentado fatal, no ha explicado nada, que es un mal de este Gobierno, no explicar nada y hacer las cosas con una brutalidad innecesaria.
Pero creo, sí, que el asunto sólo tiene arreglo por la vida privada porque hoy el talento no puede estudiar, no hay dónde hacerlo. Yo sí que me indigno, no los chavales. Yo.
Las redes sociales han tenido mucho que ver en ello. Y usted las odia. ¿Por qué?
Exactamente por el control que ejercen desde la oscuridad y el anonimato. Muchas veces de una manera totalitaria.Y lo peor es que los políticos se lo toman en serio. ¿Quieren hacer el favor, señores políticos, de ser adultos? Nada, no hay manera.
Ahora que necesitamos líderes, gente con ideas, con iniciativa, con coraje… Mire, hay una cosa para mi insoportable en este país: todos los políticos repiten la palabra democracia 532 veces al día, pero todavía no ha llegado el momento de que sepan en qué demonios consiste, que es respetar al otro, al adversario (no al enemigo).
Y oímos hablar de cinturón sanitario, que es terminología nazi, y no pasa nada. Pero, ¿no os habéis dado cuenta de que en España no hay democracia, de que se ha vuelto a instalar la administración franquista? Esa administración de privilegiados a los que les importaba un pimiento la población y que sólo luchaba por mantener sus privilegios.
¡Es lo que hace hoy toda la clase política! Toda. No hay nadie que haya dicho “hombre, con las medidas que estamos tomando, tendríamos que hacer también nosotros algún sacrificio”. Nadie dice ni pío.
Y los nacionalismos…
El nacionalismo catalán no es otra cosa que el nacionalismo español aplicado a un lugar rústico, agrícola, con maneras poco educadas… Pero dicen lo mismo. Es una mafia que se ha hecho con el poder económico y que no hay manera de desbancarla, porque sabe que si la desbancan, va a la cárcel.
Así que van a luchar a muerte para tener sus jueces comprados, su policía propia… Ahora bien, son rústicos pero no tontos y saben que en 30 años de nacionalismo han hundido Barcelona.
Y hundir Olot, o Vic, no importa, pero hundir Barcelona, que era lo único de Cataluña que tenía algo que ver con Europa es muy serio. No, eso está completamente perdido."          (lavoadebarcelona.com, 11/01/2013)

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