"Este cronista siempre entendió que Artur Mas plantea la independencia de forma audaz, pero inteligente. (...)
Este cronista, sin embargo, discrepa del tono de sus discursos estos
últimos días. No creo que sea justo decir que España sólo responde a
Catalunya con golpes y patadas.
Es posible que alguien lo haga y sabemos
quiénes son; pero no merecen esa calificación las palabras de los
miembros del Gobierno, ni los manifiestos difundidos ni el tono de
quienes se sienten heridos por la voluntad de ruptura.
Tampoco creo que
sea correcto pregonar en Europa que “en España sólo se chilla”: aunque
quien plantea un divorcio tiene extraordinaria facilidad para acumular
agravios, no es elegante decir fuera de casa que el otro cónyuge no sabe
dialogar; entre otras razones, porque ha sido el señor Rajoy quien
ofreció diálogo y, que sepamos, no obtuvo respuesta alguna.
Y, por
último, parece exagerado decir que en España se ha gobernado
“sistemáticamente contra la voluntad de un pueblo”.
El señor Mas nos
parecería más equitativo si al menos reconociese que Catalunya disfruta
con esta democracia de un nivel de autogobierno y reconocimiento de
derechos históricos que no tenía al menos desde 1714, es decir, desde
hace tres siglos.
¿Por qué hago públicas estas discrepancias? Primero, porque me parecen
de justicia.
Segundo, porque empiezo a observar un clima de
confrontación que el señor Mas no necesita para desarrollar su proyecto.
Tercero, porque esas expresiones pueden crear un clima de rencor entre
pueblos.
Y cuarto, porque el president es más atractivo cuando resalta
la grandeza natural de Catalunya, y pierde imagen cuando basa sus
aspiraciones básicamente en la negación de todo lo que sea español.
Será
muy efectivo en su electorado, pero no propicia un debate desde la
razón. Y ya se está notando en el clima electoral." (Kairoi, 08/11/ 2012)
No hay comentarios:
Publicar un comentario