Los principales quince mercados de las empresas de Cataluña, según datos
de 2010 (imagen: informe ‘Las cuentas claras de Cataluña’ de
Convivencia Cívica Catalana)
"Un nuevo estudio de Convivencia Cívica Catalana, que recuerda la gran
dependencia comercial de Cataluña con el resto de España, pone de
relieve que, en caso de secesión, esta relación se vería afectada en hasta un 20,15% del PIB catalán. Este martes, la entidad ha presentado el informe Las cuentas claras de Cataluña que analiza estas relaciones económicas comerciales entre la Comunidad y el resto del país.
Entre las conclusiones a las que se ha llegado en el informe de la
entidad que preside Francisco Caja se ha destacado que de los quince
principales mercados donde venden las empresas de Cataluña, diez son CCAA de España. Así, por ejemplo, Cataluña vende más a la Región de Murcia que a Estados Unidos, y más a Aragón que a Alemania.
El análisis de los flujos comerciales entre las CCAA ha permitido constatar que las empresas de Cataluña son las más beneficiadas entre todas las CCAA
del comercio interregional español de mercancías, con unos ingresos
anuales de más de 48.000 millones de euros procedentes de consumidores y
empresas del resto del país.
Según la entidad cívica, ‘está ampliamente comprobado’ que las
fronteras nacionales afectan al comercio. Y cuando estas no existen
favorecen los intercambios comerciales mientras que cuando se interponen
‘provocan una caída drástica del comercio’.
En este sentido, ‘levantar
una frontera política y, por tanto, una barrera comercial y económica,
entre las empresas catalanas y su primer mercado haría perder al empresariado catalán uno de cada dos euros que ingresan actualmente del resto de España’.
En esta línea, en el informe también se ha detallado que las empresas
de Cataluña venden cinco veces más al resto de España que a Francia,
por ejemplo, a pesar de la mayor población y riqueza del país vecino y
la misma distancia geográfica entre Francia y el resto del país.
Según
cálculos de Convivencia Cívica Catalana, ‘las empresas del territorio
separado sufren una caída en sus ventas al otro lado de la nueva
frontera creada de entre un 33% y un 66% respecto al nivel anterior a la separación’.
Saldos comerciales de las empresas de Cataluña (imagen: informe ‘Las cuentas claras de Cataluña’ de Convivencia Cívica Catalana)
La caída de las ventas de las empresas de Cataluña se notaría, en caso de una secesión, sobre todo en las industrias agroalimentaria, textil, química y metalúrgica.
En el informe se matiza, sin embargo, que ‘el efecto contractivo de la
actividad económica se trasladaría al resto de sectores productivos
catalanes, en particular, a la construcción y al sector servicios’.
Entre las conclusiones del informe, finalmente, se ha estimado que
separar a las empresas de Cataluña de su principal cliente (el resto de
España), junto con la segura salida de la Unión Europea y la
deslocalización de empresas, pondría en peligro a uno de cada seis empleos existentes en la actualidad en la Comunidad.
Ventas al exterior de Cataluña
Entrando al detalle en el informe, en el año 2010 (último año del que
se disponen cifras de comercio), las ventas al exterior de las empresas
de Cataluña han sumado 130.629 millones de euros. Más de la mitad,
66.304 millones de euros fueron compras del resto de España, mientras
que el resto, 64.325 millones de euros, procedieron del resto de países
del mundo.
Estas cifras, además, están coyunturalmente viciadas por la crisis
económica que sufre toda España. Así ha quedado reflejado en el informe:
‘Queremos subrayar también que en la actual coyuntura económica
arrastrada desde el año 2008 España se ha visto afectada por una crisis
económica sustancialmente más profunda que otras economías del mundo, lo
cual ha reducido en mayor medida la capacidad de compra de consumidores y empresas españolas respecto a otros países’.
Para la entidad cívica, ‘la importancia del mercado español es
innegable para las empresas catalanas’; y ha advertido de que ‘si
trasladamos los datos en valores absolutos a proporción sobre el PIB,
los ingresos procedentes del resto de España representan aproximadamente
un tercio (32%) de la riqueza anual generada en Cataluña’.
Otro dato a tener en cuenta son los ingresos que obtienen las
empresas de la Comunidad procedentes del resto de España. Así, en el
estudio se ha detallado que estas empresas son las que generan ‘más
ingresos del resto de consumidores españoles’ (solo en comercio de
bienes), 48.623 millones de euros, seguidas a distancia por las empresas de Andalucía, la Comunidad Valenciana y las del País Vascos.
¿Región de Murcia o Estados Unidos?
Uno de los datos más impactantes que ha aportado el informe es la
relación de las ventas de empresas de Cataluña en algunas CCAA de España
con grandes países a nivel mundial. Así, las empresas de la Comunidad
venden en la Región de Murcia 1.917 millones de euros, una cantidad superior a los 1.411 milllones de euros vendidos en Estados Unidos. Pero hay más relaciones establecidas en el estudio.
Venta de las empresas de Cataluña a Galicia y a China, según recoge el
informe ‘Las cuentas claras de Cataluña’ de Convivencia Cívica Catalana
Por ejemplo, la relación entre Galicia y China. En
la primera, las empresas de Cataluña venden 1.356 millones de euros, el
doble que los 677 milllones de euros que se venden en el país asiático.
La disyuntiva Aragón-Alemania.
A la Comunidad vecina se
vende 6.761 millones de euros, cantidad superior a los 4.651 millones
de euros que se vende al país de la Unión Europea.
Se vende más en Castilla-La Mancha (2.593 millones de euros) que en el Reino Unido (2.415 millones de euros). Más en Andalucía (7.771 millones de euros) que en Italia (4.884 millones de euros). O, por último, más en Castilla y León (2.373 millones de euros) que en Japón (430 millones de euros).
Balanzas comerciales y efecto frontera
Cataluña tiene un superávit comercial con el resto de España de 21.937 millones de euros, pero sufre un déficit comercial
de 18.329 millones de euros en su comercio con el extranjero.
Esto
significa, según el estudio, que las empresas de Cataluña tienen mayor
dificultad para vender fuera de España que dentro del país, o dicho de
otra manera, se vende más de lo que se compra en el resto de España pero fuera del país se compra más de lo que se vende.
Balanzas comerciales de las CCAA, según datos para 2010 de C-intereg
(imagen: informe ‘Las cuentas claras de Cataluña’ de Convivencia Cívica
Catalana)
Los costes adicionales a la exportación sobre el
mercado nacional, unos costes valorados como ‘obvios’ en el informe
aunque no han quedado calculados, se han resumido en varios puntos:
adaptación de las empresas a los nuevos marcos legales, adaptación de
los productos a las nuevas normativas de técnicas diferentes, la
traducción de contratos, etiquetados y catálogos, costes de la promoción
de nuevos mercados, comisiones por la distribución de los productos y,
sobre todo, costes por los cambios de moneda, los aranceles y las
aduanas.
En este sentido, se ha hecho referencia al llamado efecto
frontera. Cuando no existen fronteras se favorecen los intercambios
comerciales dentro del país, mientras que, cuando se interponen barreras
comerciales, se provoca una caída drástica del comercio.
El estudio ha
recogido algunos ejemplos. Los länder comercian entre sí tres veces más
que con el resto de países de la Unión Europea. O, sin ir tan lejos,
las regiones francesas negocian entre ellas ocho veces más que con el
resto de la UE.
Una relación que ha puesto de relieve que, incluso, las inexistentes fronteras comerciales de la UE sí suponen un efecto frontera
entre países. Esta reflexión ha llevado a los autores del estudio a
señalar que la salida de Cataluña del resto de España sería más costoso
en términos comerciales que de la salida de la UE.
En otras palabras, ‘la aparición de una nueva frontera política conlleva una caída entre el 33% y el 66%
sobre el comercio bilateral existente con anterioridad a la creación de
esa nueva frontera’.
Así ocurrió entre la República Checa y Eslovaquia
(65%), pese a que, conocedores del efecto frontera, establecieron ‘una
unión comercial y aduanera facilitando los trámites de exportación y las
ventas entre los dos territorios’ resultantes de Checoslovaquia.
Entre Letonia y Lituania se produjo un descenso del comercio del 55%. Y
entre Croacia y Eslovenia, un 61%.
Por esto, ‘mantener que no pasaría nada en caso de una hipotética
secesión y que Cataluña podría seguir vendiendo al resto de España la
misma cuantía que hasta ahora, un 50% de sus ventas externas, es algo completamente descartable
ya que tal porcentaje de ventas externas no se da entre ningún par de
países independientes de la UE’, se ha criticado en el informe.
Añadiendo que si además Cataluña abandonara la UE ‘evidentemente’ sería
aún más difícil mantener ni siquiera ‘ese 33% de ventas al resto de
España’.
Y se ha puesto de ejemplo la relación comercial entre Portugal y España.
Un dato especialmente significativo pues el país luso mantiene
‘importantes lazos culturales, históricos y económicos con España’, pero
‘tan sólo vende a España el 25% de sus exportaciones totales, muy por
debajo del 50% actual de Cataluña’.
Impacto económico de la hipotética secesión de Cataluña (imagen: informe
‘Las cuentas claras de Cataluña’ de Convivencia Cívica Catalana)
La separación nacional de las empresas de Cataluña de su principal
mercado, donde obtienen la mayor parte de sus ingresos, que es el resto
de España, comportaría una caída del PIB de 25.584 millones de euros, el 60,53% del total de la caída de la riqueza prevista de Cataluña en caso de secesión.
Efectos no cuantificables
Finalmente, en el estudio -de 40 páginas- se ha indicado que del
análisis del comportamiento relativo de las curvas de desempleo y el PIB
en el caso de Cataluña, puede estimarse que ‘la caída prevista del PIB
catalán del 20,15% conllevaría una caída de la población ocupada en una
estimación conservadora del 17,18%, lo cual equivale a 495.000 parados registrados adicionales a los ya existentes’.
Esta estimación de los costes de secesión de Cataluña elaborada en el
informe de Convivencia Cívica Catalana, además, no incluye otros
posibles efectos negativos ‘por ser muy difícilmente cuantificables’,
tales como las incertidumbres políticas, las tensiones sociales, la desconfianza de los mercados, la huida de inversiones, las posibles fugas de capitales o la introducción de una nueva moneda." (lavozdebarcelona.com, 06/11/2012)
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