“El cambio que representa la posición de UGT en Cataluña sobre la cuestión del concierto económico es un cambio muy importante
porque traduce lo que podíamos llamar una reivindicación de clase en
una reivindicación de país [por Cataluña], porque incorpora
planteamientos sociales diferentes.
Es el elemento más importante que se
ha producido desde 1897 porque, hasta ahora, el pacto fiscal estaba asociado a una reivindicación burguesa .
La aportación que desde una fuerza sindical se puede hacer [del
concierto] es decisiva porque cambia cualitativamente el sustrato
ideológico de su condición”.
Con estas palabras, el ex dirigente de CiU, padre de la Constitución y
directivo de varias fundaciones públicas, bancos y multinacionales,
Miquel Roca, ha agradecido la resolución en defensa de un concierto económico para la Generalidad
que el Comité Nacional de UGT de Cataluña aprobó hace una semana, un
documento que bien podría suscribir cualquier formación nacionalista o
independentista de Cataluña.
Entre otras cosas, la resolución de UGT de Cataluña reclama que sea el Gobierno autonómico el que se encargue de la recaudación, gestión e inspección
de todos los impuestos que se generen en esta Comunidad, para después
establecer un ‘mecanismo para armonizar los niveles de vida de los
ciudadanos y ciudadanas del Estado’, con la condición de que las CCAA
‘receptoras de fondos no podrán en ningún caso rebajar su presión
fiscal’, y de que ‘el principio de ordinalidad [en el ranking de
ingresos per cápita de las CCAA respecto al ranking de la recaudación
per cápita] ha de ser respetado’.
Roca ha sido ponente en la jornada que se ha celebrado este viernes
en la sede histórica de UGT en Barcelona para debatir su propuesta de
concierto económico. La sorprendente terna de ponentes la han completado
la presidenta de Òmnium Cultural, Muriel Casals, y el empresario, ex
director general de la Corporación Catalana de Radio y Televisión, y ex
ministro de Industria con el PSOE, Joan Majó.
La conferencia, una especie de continuación del acto celebrado en febrero pasado en el Ateneo Barcelonés, ha servido para confirmar que Cataluña sigue siendo uno de los pocos lugares de Europa donde las diferencias entre la burguesía y los sindicatos de trabajadores se desvanecen hasta el punto de que es difícil distinguir quién es quién.
Durante su intervención, Roca ha tratado de aleccionar al centenar de
sindicalistas presentes en el auditorio sobre las supuestas bondades
del pacto fiscal planteado por el presidente de la Generalidad, Artur
Mas (CiU), que ahora abraza UGT de Cataluña, y ha intentado
tranquilizarles frente a los riesgos del proyecto rupturista:
“Evidentemente, puede haber planteamientos políticos legítimos que planteen el concierto desde una ambición de soberanía nacional, pero no quiere decir que eso tenga que ser compartido por otros con el mismo objetivo de la justicia social. Para algunos puede ser un primer paso para la independencia, pero para otros no tiene por qué serlo”.
Majó ha calificado de “exagerado” el déficit fiscal de Cataluña y ha
denunciado que el actual modelo de financiación autonómica “permite la
impunidad de la deslealtad en su cumplimiento por parte del Gobierno”.
Sin embargo, también ha advertido de que “el concierto no es la única
vía de solución del problema” ya que “en toda Europa hay muchos
sistemas fiscales interterritoriales pero solo existen dos casos de
concierto: el vasco y en navarro”. “Es probable que el nivel de apoyo
que podamos tener en la UE fuese mayor si el modelo fuese un poco más homologable al de otros países“, ha aconsejado.
“No hagamos creer a la gente que el concierto [reclamado] va a tener
el mismo resultado que el concierto vasco, porque el concierto vasco es
una tomadura de pelo respecto [al resto de] España, es la absoluta
insolidaridad de un territorio respecto al conjunto del Estado. Creo que
esta no es nuestra reivindicación. El concierto vasco se ha de revisar“, ha señalado Majó, el único de los conferenciantes que se ha atrevido a mostrar alguna autocrítica.
El secretario general de UGT de Cataluña, Josep Maria Àlvarez, ha asegurado que el actual modelo de financiación autonómica está “agotado”
y ha defendido con vehemencia la propuesta de “concierto económico del
siglo XXI” aprobada por la dirección de su sindicato. “Ya sabemos que
recibiremos de todas partes, pero nosotros, como organización sindical,
hemos creído que este es el momento de dar un paso adelante”, ha
declarado.
“La solidaridad no se puede llevar el dinero que
necesitamos para hacer frente a las necesidades sociales y a las
necesidades de desarrollo económico, tecnológico y productivo del país
[por Cataluña] porque esta situación cada día nos empobrece más”, ha
indicado, y ha añadido la lucha contra el fraude fiscal como un elemento
complementario y fundamental de la reclamación del concierto.
Álvarez se ha comprometido a “apoyar” a la Generalidad -presidida por
CiU- en sus negociaciones con el Gobierno de cara a conseguir la
“soberanía fiscal” de Cataluña, y, preguntado por la opinión de la
dirección nacional del sindicato, ha subrayado que “la posición de la
UGT de Cataluña no la ha de discutir con nadie más que consigo misma”.
“Este planteamiento entra plenamente dentro de nuestras competencias y de nuestra soberanía, por lo que habrá una posición de comprensión y de respeto por parte de la Confederación de UGT”, ha augurado.
LA VOZ DE BARCELONA se ha puesto en contacto con la dirección
nacional del sindicato pero ha rehusado hacer declaraciones sobre la
propuesta de UGT Cataluña. Tampoco han querido posicionarse al respecto
los dirigentes de las federaciones de UGT de Andalucía y Extremadura." (lavozdebarcelona.com, 23/06/2012)
1 comentario:
Los hijos de andaluces que vinieron Catalunya vamos al médico a Catalunya. No nos sirve de nada que el dinero de nuestra sanidad se lo fundan en chorradas por el sur. ¿Por qué no son solidarios los extremeños con el resto?
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