El consejero recomienda a Aznavour que cante en catalán... porque sino... se enfadaría la gente... y él lo lamentaría mucho, así que...

"Ramón Arcusa, uno del Dúo Dinámico, tiene ya 74 años y el aire bueno y tranquilo de un héroe de Capra. (...)

—Y además me dieron la habitación 112… —se abrió en novelesco.
—¿Y bien…?
—Es el número que tenía en la fábrica Elizalde. «Tú 112», aún lo oigo.

Dice que entró allí con catorce años. En Elizalde fabricaban motores de aviación. En Elizalde regía un señor Pruneda, capataz.

—Era un hombre realmente curioso. Cuando te acercabas a él y le hablabas en castellano no se movía. Ni levantaba la cabeza ni te miraba. Como si no existieras. Pero cuando cambiabas al catalán se ponía en marcha y todo iba bien.

Barcelona, hacia 1950. Ese tipo Pruneda debía de tener valor. La Barcelona de hable-en-cristiano y él humillando al grumete. ¡Aquello sí que eran sanciones lingüísticas! ¡Cuántos anónimos héroes Pruneda no daría de sí esta ciudad! Imagina ahora, por un momento, que el grumete bajara a la comisaría y denunciara a Pruneda.

—Señor Creix… que no me contesta cuando le hablo en cristiano…

Pero era un grumete. Le pregunto a Arcusa qué hacía Pruneda cuando le hablaba en castellano un superior. No sabe, y sonríe con los hombros. Una lengua es un mercado, Royo Arpón, lo clavaste y que dios me perdone. (Ai Aquells Ulls Tan Negres) (...)

También le escribí al consejero Huguet para que me mostrara la carta que este verano envió al cantante Charles Aznavour. Me lo contaba hace poco en Venecia el propio Aznavour, emergiendo de un container, devant le claire de lune pour tenter d’oublier.

Iba a dar un concierto en Cap Roig y el consejero le recomendaba que no cantara en castellano, porque parte del público podría reaccionar mal.

Oido el consejo cantó Venecia sin ti en castellano y cinco más apoteósicas, que todavía hay hombres. Pero, en fin, lo que yo quería sobre todo es atesorarle el francés a Huguet. Que me dijo Aznavour que le salía perfecto." (Diarios de Arcadi Espada, 18/12/2010)