Con esta oferta, que rompe la dicotomía independencia o statu quo, Salmond espera conseguir el apoyo de los liberales-demócratas escoceses, que se oponen a la independencia pero tienen posturas internas divergentes sobre la convocatoria de un referéndum. Los liberales decidirán en un congreso extraordinario el 30 de octubre si apoyan la convocatoria. (...)
El SNP ha lanzado una campaña nacional de debates en numerosas poblaciones para debatir la independencia. Si en el pasado los argumentos giraban en torno a cuestiones identitarias, la balanza fiscal o el supuesto expolio del petróleo del mar del Norte, los independentistas se centran ahora en defender las ventajas prácticas de la independencia. (...)
El líder del SNP admitió que legalmente la independencia debe ser aprobada tanto por el Parlamento de Holyrood como por el de Westminster, pero dio por descontado que eso sería así sin ninguna duda si los independentistas ganaran un referéndum porque los políticos británicos siempre se han comprometido a aceptar la voluntad de los escoceses.
También dio por descontado que Escocia seguiría formando parte de la UE porque hay numerosos estudios que así lo sostienen, aunque admitió que no ha hecho una consulta a Bruselas." (El País, 14/10/2009)
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