20/6/24

La revista Social Science Research ha publicado un trabajo titulado 'Who is the majority group?', que analiza la discriminación laboral en Cataluña... Tener un nombre catalán confiere ventajas en el mercado laboral en esa comunidad... los nombres informan de una percepción de competencia lingüística, que está ligada a una expectativa de productividad... los solicitantes de empleo con apellindo no catalanes no fueron considerados igualmente productivos debido a los estereotipos preexistentes... las creencias de los empleadores sobre las habilidades lingüísticas de los solicitantes condicionan directamente las decisiones de contratación... se premia a aquellos que se consideran “de dentro”

 "(...) La revista Social Science Research ha publicado un trabajo de Mariña Fernández-Reino y Mathew J. Creighton titulado Who is the majority group?, que analiza la discriminación laboral en Cataluña. El paper, que combina dos estudios, identifica la influencia de los nombres en el proceso de contratación y “evalúa las asociaciones entre nombres y percepciones de origen geográfico, clase social y competencia lingüística”. Tener un nombre catalán confiere ventajas en el mercado laboral en esa comunidad a través de tres mecanismos. 

En primer lugar, se asocia a una percepción del dominio del lenguaje. 

Dicen los autores: “Los solicitantes [de uno de los estudios] no se consideraban igualmente productivos a causa de prejuicios preexistentes de los empleadores sobre el dominio del idioma catalán de diferentes perfiles de nombres”. La mayoría de la población catalana es bilingüe: el 36,1% prefiere el catalán y el 48,6% el castellano, una diferencia influida por los orígenes familiares. 

En segundo lugar, los apellidos catalanes indican una clase social más elevada (los 10 apellidos más comunes de Cataluña son “castellanos”). 

En tercer lugar, los investigadores apuntan que se premia a aquellos que se consideran “de dentro”. 

El enfoque adoptado en este artículo, explican, se puede comparar con otras investigaciones sobre discriminación étnica en contextos multilingües. La lucha contra la discriminación y la defensa de los derechos lingüísticos son causas no solo de la izquierda, sino de cualquier proyecto heredero de la Ilustración. Pero ya sabemos que estos son tiempos confusos."            (Daniel Gascón, El País, 21/03/24)

 

 "¿Quién es el grupo mayoritario? Señalar la pertenencia a grupos mayoritarios con tratamientos basados en nombres en contextos multilingües: el caso de Cataluña.

 Resumen

Cada vez son más los trabajos que muestran cómo la selección de nombres determina los patrones de discriminación étnica y racial en la contratación observados en estudios de auditoría de correspondencia. Una clara limitación de la investigación existente sobre la percepción de los nombres y la discriminación étnica en el empleo es que se basa predominantemente en los EE.UU., lo que limita su aplicabilidad a contextos con una gran diversidad lingüística entre la población mayoritaria. Estos territorios se enfrentan a una realidad en la que las preferencias y los usos lingüísticos, la clase social y la ascendencia se asocian a nombres específicos entre el grupo mayoritario nativo. El resultado es una notable diversidad en las (des)ventajas laborales que confieren los distintos nombres dentro de la población mayoritaria. Para llenar este vacío, este artículo se centra en Cataluña, una región multilingüe diversa y la segunda zona más poblada de España. Mediante dos estudios complementarios, este trabajo identifica la influencia directa de los nombres en el proceso de contratación (Estudio 1) y evalúa las asociaciones entre los nombres y las percepciones de origen geográfico, clase social y competencia lingüística (Estudio 2). 

Los resultados muestran que tener un nombre catalán confiere una ventaja en el mercado laboral a través de tres mecanismos. 

 En primer lugar, los nombres informan de una percepción de competencia lingüística, que está ligada a una expectativa de productividad. 

En segundo lugar, los nombres señalan la clase social y ciertos nombres del grupo mayoritario (solicitantes con dos apellidos catalanes, una minoría dentro de la región), indican una clase social más alta, lo que supone una ventaja.

En tercer lugar, cierta ventaja podría estar vinculada a gustos que favorecen a un intragrupo por razones de supuesta compatibilidad cultural, histórica o política. El enfoque adoptado en este artículo tiene una relevancia significativa para otras investigaciones sobre discriminación étnica realizadas en contextos multilingües con una diversidad autóctona comparable.

Introducción

Los experimentos de campo sobre prejuicios étnicos y discriminación en el mercado laboral se han basado a menudo en los nombres para señalar la pertenencia a mayorías y minorías étnicas. Cada vez hay más pruebas de que los nombres también pueden transmitir la pertenencia a una clase social (Crabtree et al., 2022; Gaddis, 2017a), la edad (Johfre, 2020), el estatus migratorio (Gaddis et al., 2022; Landgrave y Weller, 2022) y ciertos rasgos psicológicos (Mitchell Elder y Hayes, 2023). Como resultado, el nivel de discriminación étnica medido en los experimentos de campo depende en gran medida de los nombres seleccionados para señalar la condición de grupo mayoritario y minoritario. Con algunas excepciones (véase Martiniello y Verhaeghe, 2023), la investigación sobre la percepción de los nombres se ha centrado en gran medida en Estados Unidos (Crabtree et al., 2022, 2023; Gaddis, 2017b; Landgrave y Weller, 2022; Mitchell Elder y Hayes, 2023).

Este desfase, al menos en parte, es atribuible a la realidad de que, cuando existe efectivamente una única lengua dominante, todos los nombres nativos mayoritarios deberían transmitir altos niveles de competencia en la lengua principal, independientemente de las percepciones de clase social. Sin embargo, cuando hay dos o más lenguas reconocidas oficialmente y/o habladas ampliamente por la población mayoritaria nativa, la selección de nombres para señalar el estatus de grupo mayoritario se vuelve más compleja. Esta complejidad surge de la frecuente correlación entre conocimientos lingüísticos, clase social, identidad y ascendencia dentro de la población nativa. En las últimas décadas se ha producido una explosión de la literatura sobre lenguas minoritarias y nacionalismo, política territorial y gobernanza multinivel que ha examinado la gestión de la diversidad cultural y lingüística en países con regiones con identidades nacionales y lenguas distintas (Gagnon, 2021; Guibernau, 1999; Hroch, 2000; Keating, 2001, 2008; Kymlicka, 1996; Requejo, 1999; Tierney, 2005), por ejemplo, Cataluña y el País Vasco en España, Quebec en Canadá o Flandes en Bélgica. En estas regiones subestatales, las distintas comunidades lingüísticas dentro del grupo mayoritario autóctono no se perciben como etnias diferenciadas en la misma medida que los inmigrantes internacionales y sus descendientes, pero tampoco se perciben como culturalmente homogéneas. Tres factores principales contribuyen a la complejidad de la selección de tratamientos basados en el nombre para los experimentos de campo sobre el mercado laboral realizados en contextos multilingües.

En primer lugar, se ha demostrado que los conocimientos lingüísticos son relevantes para la productividad (Chiswick y Miller, 1995, 2015). Por lo tanto, las percepciones del dominio lingüístico derivadas del nombre pueden influir en el comportamiento de contratación de los empleadores. La variación en las percepciones del dominio de una o más lenguas relevantes para un contexto puede (des)favorecer a los solicitantes en el mercado laboral que son nombrados de forma que señalan el dominio o la preferencia lingüística. Esto afectará directamente a los niveles de discriminación medidos en los estudios que se basan en los nombres para señalar la pertenencia a un grupo.

En segundo lugar,
los nombres de los nativos mayoritarios en geografías subnacionales lingüísticamente diversas suelen reflejar distintos antecedentes ancestrales asociados a divisiones políticas contextualmente específicas (Keating, 2001; Tierney, 2005). Las lenguas tienen un valor instrumental como medio de comunicación, pero también sirven para expresar la identidad personal y política, lo que explica la frecuente tensión en torno a las políticas lingüísticas y los derechos lingüísticos entre el Estado central y los gobiernos regionales (Cetrà, 2019; Pujolar, 2007). El solapamiento entre las asunciones basadas en el nombre sobre la ascendencia, el uso de la lengua y las identidades políticas y nacionales da lugar a que algunos nombres de grupos mayoritarios se asocien a determinadas posiciones políticas (por ejemplo, el apoyo a las reivindicaciones sucesorias). Estas asociaciones, que son distintas de las vinculadas a la productividad, podrían dar lugar a dinámicas de inclusión e inclusión arraigadas en preferencias de contratación vinculadas a la compatibilidad ideológica percibida.

Por último, los nombres de grupos mayoritarios que reflejan distintas ascendencias regionales pueden asociarse a distintos orígenes de clase social. Las diferencias de clase social en la asignación de nombres son un fenómeno bien estudiado (Lieberson y Bell, 1992), y la asociación de ciertos nombres a clases sociales más bajas puede afectar negativamente a la trayectoria en el mercado laboral de sus portadores (Crabtree et al., 2022). En territorios multilingües con identidades culturales diferenciadas, a menudo se produce un solapamiento entre la ascendencia regional (evidente en nombres y apellidos) y la clase social; por ejemplo, en Bélgica, la población flamenca solía ser más pobre que la francesa hasta la segunda mitad del siglo XX; como consecuencia, la lengua y la cultura francesas gozaban de mayor prestigio (Vogl y Hüning, 2010). En Montreal (Quebec), los anglófonos constituían la élite económica antes de la década de 1970; en consecuencia, los francófonos tenían que aprender inglés al entrar a trabajar para comunicarse con sus jefes, pero los anglófonos no aprendían francés (Lieberson, 1965). Los usos y el estatus de las distintas lenguas en los territorios multilingües reflejan la dinámica de poder entre las comunidades lingüísticas, es decir, el grupo que controla los valiosos recursos económicos y políticos es capaz de imponer las normas lingüísticas de comunicación, incluidas las políticas lingüísticas (Heller, 1992). En otras palabras, el valor que tiene en el mercado laboral el bilingüismo o el dominio monolingüe de una lengua concreta depende de qué lengua o lenguas dominan las comunicaciones en los entornos formales.

Uno de los objetivos principales de este artículo es demostrar que la ventaja de algunos nombres en el mercado laboral no se debe únicamente a las percepciones de clase social sobre la productividad ligada a nombres específicos, sino también a las percepciones de competencia lingüística, que están determinadas contextualmente. Para ello, nos basamos en los datos de una auditoría de correspondencia (Estudio 1) y una encuesta en línea sobre percepciones de nombres (Estudio 2), ambos realizados en Cataluña, una región multilingüe del noreste de España con 7,8 millones de habitantes en 2022 (Instituto Nacional de Estadística, 2022). Un aspecto crucial para los objetivos de este trabajo es que el grupo mayoritario nativo es muy diverso en términos de uso de la lengua (el catalán y el castellano son lenguas ampliamente habladas y reconocidas como oficiales) y ascendencia (una parte sustancial de la población ha nacido o tiene padres/abuelos nacidos en otras regiones de España). Cataluña también es étnicamente diversa, con un 21,2% de residentes nacidos fuera de España en 2022 (ibíd.), principalmente de Marruecos, Colombia, Ecuador, Rumanía y Pakistán.1

Los resultados de la auditoría de correspondencia (Estudio 1), muestran que el nivel y el grado en que detectamos discriminación en la contratación contra los solicitantes de minorías étnicas depende de los nombres seleccionados para identificar al grupo mayoritario nativo de referencia. Es más probable que los empresarios abran las solicitudes de candidatos con nombres que indican una ascendencia catalana "exclusiva" (nombres y apellidos catalanes) en comparación con los solicitantes nativos que transmiten ascendencias españolas (castellanas) o de minorías étnicas. La encuesta sobre la percepción de los nombres (Estudio 2) arroja luz sobre las causas de este trato diferenciado. Encontramos que los nombres que indican la pertenencia a un grupo mayoritario -diferentes combinaciones de nombres y apellidos catalanes y castellanos2 - difieren ampliamente en términos de clase social percibida y competencia lingüística en catalán. Los resultados se interpretan a la luz de las teorías de la discriminación estadística y atencional (Aigner y Cain, 1977; Arrow, 1974; Bartoš et al., 2016) y del favoritismo de los grupos internos (Tajfel y Turner, 2004).

En primer lugar, argumentamos que los solicitantes del grupo mayoritario en el Estudio 1 no fueron considerados igualmente productivos debido a los estereotipos preexistentes de los empleadores sobre el dominio de la lengua catalana de los diferentes perfiles de nombres nativos. Dado que el dominio de la lengua es un componente clave de la productividad (por ejemplo, Chiswick y Miller, 1995, 2015), las creencias de los empleadores sobre las habilidades lingüísticas de los solicitantes condicionan directamente las decisiones de contratación. 

En segundo lugar, sugerimos que las percepciones de los empresarios sobre la clase social de los candidatos influyen en su comportamiento a la hora de contratar. Esta idea se deriva de los resultados del Estudio 2, que relaciona los apellidos catalanes con una percepción de ser de clase media-alta en relación con otras combinaciones de nombres en el grupo mayoritario.

 En tercer lugar, reconocemos que los resultados podrían deberse en parte al favoritismo dentro del grupo, que en este contexto se entiende como tener una conexión con Cataluña, por ejemplo, haber crecido en la región y/o estar familiarizado con la cultura catalana, incluida la lengua catalana. El Estudio 2 muestra que los solicitantes con nombres y apellidos de minorías étnicas o españoles eran percibidos como nacidos fuera de Cataluña y sin dominio del catalán, mientras que los solicitantes con al menos un nombre o apellido catalán eran vistos como nacidos en Cataluña y con un alto dominio de la lengua regional.

Nuestras conclusiones son de clara relevancia para la investigación sobre la discriminación en el mercado laboral realizada en territorios multilingües. Países occidentales como Canadá, Bélgica, España y Suiza han sido lingüísticamente diversos mucho antes de la llegada de la migración internacional a gran escala, que dio lugar al establecimiento de poblaciones étnicas minoritarias identificables (Pettigrew, 1998; Van Mol y de Valk, 2016). La diversidad lingüística entre la mayoría nativa no se limita a un puñado de países europeos, ya que muchos países no occidentales albergan minorías étnicas considerables de ascendencia inmigrante que conviven con poblaciones nativas mayoritarias lingüística y culturalmente diversas, por ejemplo, China, India, Rusia o Sudáfrica. Por tanto, los investigadores que utilicen tratamientos basados en nombres para transmitir los estatus de mayoría y minoría en contextos multilingües deben tener en cuenta (1) los patrones de uso y destrezas lingüísticas entre la población nativa mayoritaria en función de su ascendencia, clase social e identidad política; y (2) las ideologías lingüísticas dominantes en una sociedad determinada, es decir, las creencias y actitudes predominantes sobre el papel, los usos y el valor de las distintas lenguas, que a menudo son un reflejo de las desigualdades de poder entre comunidades lingüísticas (Woolard y Schieffelin, 1994).
Fragmentos de secciones

Señalización de la pertenencia a grupos mayoritarios y minoritarios con nombres en países multilingües

Los nombres son el principal tratamiento utilizado en las auditorías de correspondencia y los experimentos con encuestas para medir la prevalencia de comportamientos discriminatorios y actitudes prejuiciosas hacia las minorías étnicas en una serie de situaciones (Crabtree et al., 2022; Gaddis, 2017a; Johfre, 2020; Mitchell Elder y Hayes, 2023). Aislar el efecto de la etnia en los resultados de comportamiento y actitud puede, sin embargo, plantear un reto, ya que los nombres también transmiten otros atributos como la clase social (Crabtree et al., 2022; Enfoques teóricos para explicar el comportamiento discriminatorio en el mercado laboral)

Se han desarrollado múltiples teorías para explicar el comportamiento discriminatorio y tendencioso. A continuación, se examinan dos corrientes principales que han evolucionado en paralelo. La primera se basa en la teoría de la discriminación estadística (Aigner y Cain, 1977), mientras que la segunda tiene sus raíces en perspectivas sociopsicológicas, como la teoría de la identidad social (Tajfel, 1982; Tajfel y Turner, 2004), las teorías basadas en el estatus (Ridgeway, 2001) y las teorías de los estereotipos (Cuddy et al., 2007; Fiske et al., 2002). Existen solapamientos
Caso de estudio

Cataluña se ha considerado un ejemplo clásico de nación sin estado o minoría nacional en la literatura sobre nacionalismo (Guibernau, 1999; Keating, 2001; Kymlicka, 1996) debido a un alto grado de autonomía política y a una fuerte identidad nacional definida por una historia, una lengua y una cultura comunes que se distinguen del resto de España. Sin embargo, la población de la región dista mucho de ser homogénea en cuanto a ascendencia y lengua. En cuanto a la ascendencia, la diversidad de la población catalana

Estudio 1: Una auditoría por correspondencia sobre la discriminación de las minorías étnicas

Los datos del Estudio 1 están a disposición del público (Lancee et al., 2021) y proceden de la primera auditoría de correspondencia armonizada transnacional -el estudio GEMM- que se llevó a cabo de noviembre de 2016 a mayo de 2018 en cinco países europeos: Alemania, Países Bajos, Noruega, España y Reino Unido. El estudio GEMM también representa la primera auditoría de correspondencia sobre discriminación étnica en el mercado laboral español que permite una evaluación independiente de la región de Cataluña. El estudio GEMM utilizó
Estudio 2: Una encuesta en línea sobre las percepciones del nombre

El Estudio 2 es una encuesta en línea prerregistrada10 sobre percepciones del nombre con una muestra de 789 individuos de entre 18 y 64 años residentes en la región de Cataluña. El estudio se diseñó para abordar las tres posibles explicaciones de los resultados del Estudio 1 comentados anteriormente. Pedimos a los encuestados que valoraran distintas combinaciones de nombres y apellidos en términos de
Conclusión

Este artículo se ha centrado en el caso de Cataluña, una región de España con una gran diversidad lingüística y ancestral entre su población autóctona mayoritaria. El caso de Cataluña pone de relieve la complejidad de interpretar los resultados de los experimentos de campo sobre discriminación étnica en la contratación en contextos multilingües. El enfoque adoptado aquí nos ayuda a comprender mejor las sociedades multilingües como Cataluña, en las que la lengua sirve como marcador de ascendencia, identidad y clase social. En consecuencia, una

Declaración de contribución a la autoría del CRediT

Mariña Fernández-Reino: Conceptualización, Curación de datos, Análisis formal, Adquisición de fondos, Investigación, Metodología, Administración del proyecto, Recursos, Software, Supervisión, Validación, Visualización, Redacción - borrador original, Redacción - revisión y edición. 

Mathew J. Creighton: Adquisición de fondos, Recursos, Investigación, Redacción - revisión y edición."

(Science direct, Vol. 119, marzo, 2024, traducción DEEPL, notas en el original)

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