16/4/24

La lista de ERC solventa sus posibles carencias con la misma metodología. El referéndum... En 2010 era posible un referéndum... Se trata de un referéndum muerto, que se exhibe ahora, en campaña, en modo “Catalans!”, esas exclamaciones patrióticas que se dicen, en todo el mundo, cuando no hay nada que decir (Guillem Martínez)

 "(...) 4- La legislatura de ERC –ojo: la primera legislatura ERC desde los años treinta del XX– no ha sido muy lucida. Ha habido serios problemas en consellerías como Interior, Sanitat o Educació, que se han solucionado únicamente con el paso del tiempo. Es decir, del hartazgo, del olvido. La metáfora de este govern poco operativo del siglo XXI ha sido la dificultad para luchar contra un problema medieval: la sequía. Esta sequía de tres años de duración –Catalunya es el polo con menos lluvias de la península, se dice rápido– está siendo dramática y tendrá consecuencias, incluso políticas. La razón: la sequía parece ser una Historia de Catalunya portátil. A saber: Catalunya ha ido tirando con las obras estructurales que el tripartit hizo ante una sequía –entonces muy dramática, si bien solo duró 19 meses–, y que fueron detenidas, suspendidas, aplazadas, tras la llegada de Artur Mas al govern. Y la de Puigdemont. Y la de Torra. Cuando todas las políticas posibles fueron reducidas a ninguna / TINA. (...)

9- En esta ocasión, la lista de ERC solventa sus posibles carencias con la misma metodología. Donde el muerto es sustituido por otro. El referéndum.

10- Referéndum, pequeña historia. En 2010 era posible un referéndum. Tras la sentencia del TC sobre el Estatut, un proceso de consultas más o menos populares por todo el territorio, y cierta cohesión social –algo que ya no existe, tras más de diez años sometiendo a la sociedad al abuso de la propaganda–, hubiera sido posible una victoria del sí. La idea fue una Iniciativa Legislativa Popular (ILP), según la cual se hubiera podido convocar un referéndum constitucional, a partir de la Llei de Consultes Populars per via de referéndum –aprobada por el tripartit, cuando el tripartit–, para solicitar a la ciudadanía su parecer para una reforma constitucional, que permitiera crear un Estado indepe. Obviamente, esa reforma nunca se hubiera hecho. Pero la unidad del Estado hubiera sufrido un serio varapalo, y la posibilidad de independencia hubiera sido probable.

 O, al menos, más probable que en cualquier momento posterior. Ni el Govern Mas, ni ERC, permitieron que esa propuesta iniciara trámite parlamentario. Mas/ERC solo se animaron a anunciar referéndums cuando esa posibilidad ya era impracticable, por sentencias del TC. Es entonces, cuando con la garantía explícita de que ese referéndum no se hará de forma legal, se inicia la fiebre referéndum, en 2014, en 2017. Y, con menor intensidad, y solo para muchos menos usuarios y por muchos menos días –una precampaña y una campaña–, ahora. Se trata de un referéndum muerto, que se exhibe ahora, en campaña, en modo “Catalans!”, esas exclamaciones patrióticas que se dicen, en todo el mundo, cuando no hay nada que decir.

 11- El referéndum es el cadáver de aquella primera campaña sin nada que decir, transportado al siglo XXI. Vamos, que debe de cantar la Traviata. La primera vez fue la práctica de algo extendido en la política, que hablaba del mundo, de su época: la mentira. Hoy es la práctica de algo extendido en la política, que habla del mundo, de su época. Se trata de algo más intenso, alto, ancho y largo que la mentira, tanto que, como la magia en el circo, requiere de la complicidad del espectador: la falsedad.

12- Detrás del cadáver de esta emisión están las siglas TINA. Poco más."          (Guillem Martínez   , CTXT, 6/04/2024)

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