"Cuando a la voluntad de contar diferente solo con la finalidad
de desmarcarse del Gobierno español se añade una gestión deficiente de
los datos por parte del Govern de la Generalitat, el resultado es un desbarajuste descomunal que
acaba suscitando serias dudas sobre el control de la pandemia.
El viernes pasado, el director de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, que a lo largo de todos estos meses se ha caracterizado en sus intervenciones por una exquisita mano izquierda y paciencia, sorprendió a todos mostrando su profunda “preocupación” por las “incongruencias” en las cifras que trasmiten a diario las autoridades catalanas.
Ese día, notificaron 635 fallecimientos de golpe. “Vamos a tener que estar muy pendientes de lo que sucede porque no es baladí que no podamos saber qué está pasando ahora mismo en Catalunya”. Y añadió que, “si no se soluciona este problema en los próximos días, al nivel más alto tendrán que tener las discusiones y las negociaciones necesarias para garantizar la seguridad no solo de todos los catalanes, sino de todos los españoles".
Simón evidenciaba así lo que hacia semanas venía ocurriendo con los datos de Catalunya, desde una fluctuación excesiva en el número de muertos y nuevos contagios hasta una falta de información en cuanto a nuevas hospitalizaciones e ingresos en ucis.
Es cierto que todas las autonomías han tenido dificultades en recopilar la información, sobre todo al principio de la pandemia, y que están sometiendo sus series históricas a una permanente revisión. Por ejemplo, la Comunidad de Madrid traslada con retraso a Sanidad datos de nuevos contagios y después actualiza sus cifras, lo que se ha interpretado como un intento por aparentar una evolución más favorable con el objetivo político de avanzar más rápido en la desescalada. Pero el desbarajuste catalán no tiene parangón. Lo paradójico no es que haya por parte de la consejera Alba Vergés una voluntad de esconder las cifras reales, sino que el caos se genera a partir de la obsesión inicial de llevar la contraria al Ministerio de Sanidad.
Quim Torra impuso a mediados de abril una forma de contar diferente, haciendo un alarde de transparencia frente a la opción metodológica más estricta elegida por el ministerio que dirige Salvador Illa. Desde entonces, el Govern utiliza datos de las funerarias y acepta como contagios confirmados no solo las pruebas PCR positivas (que son las únicas que valida Sanidad), sino todas las que aún dando un resultado dudoso, el paciente tiene síntomas compatibles con la infección.
Igualmente contabiliza los fallecimientos que han dado positivo en un test rápido y hasta hace poco también las muertes que un médico forense había certificado como “posible Covid-19”. De esta forma, las muertes en Catalunya se elevarían, según la Generalitat, a cerca de 12.000 (más del doble que las oficiales de Sanidad) y los contagios superarían los 226.000 (cuatro veces más).
A todas luces se trata de un despropósito que lo único que ha creado es más confusión. Aun siendo cierto que al principio de la pandemia hubo un exceso de muertes, sobre todo en las residencias de ancianos, que por falta de PCR no aparecen en las cifras oficiales, y que ese hecho tendrá que ser evaluado en algún momento, lo que no tiene sentido es romper una serie estadística que permite observar con rigor la evolución de la epidemia.
En su obsesión por desmarcarse del Gobierno de España, Torra ha creado un lío monumental en las áreas sanitarias que tienen que recabar distintas fuentes de información, generando posiblemente duplicidades y errores. Aunque Vergés afirmase en su réplica a Simón que “solo el Govern conoce lo que sucede en Catalunya”, lo cierto es que los datos que suministran a la ciudadanía no son muy fiables. El sistema sanitario catalán tiene desde hace muchas semanas los recursos necesarios para hacer pruebas PCR a cualquier caso sospechoso e informar así con el máximo rigor metodológico en lugar de contar diferente.
Esa obsesión por llevar la contraria se ha trasladado también a la unidad territorial de la desescalada. El Govern rechazó las provincias y apostó por unas regiones sanitarias que nadie conocía. En el caso de la región metropolitana la subdividió en tres áreas, formando Barcelona ciudad un enclave que en la fase 1 ha quedado aislado del resto, también de L’Hospitalet, con lo que sobre el papel los residentes en la capital no pueden salir ni el resto entrar. Un caso único en España. Los alcaldes metropolitanos exigen que se ponga fin a este otro despropósito del nacionalismo. " (Joaquim Coll, El Periódico, 25/05/20)
"Salud informa de golpe de 635 fallecidos por coronavirus.
El viernes pasado, el director de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, que a lo largo de todos estos meses se ha caracterizado en sus intervenciones por una exquisita mano izquierda y paciencia, sorprendió a todos mostrando su profunda “preocupación” por las “incongruencias” en las cifras que trasmiten a diario las autoridades catalanas.
Ese día, notificaron 635 fallecimientos de golpe. “Vamos a tener que estar muy pendientes de lo que sucede porque no es baladí que no podamos saber qué está pasando ahora mismo en Catalunya”. Y añadió que, “si no se soluciona este problema en los próximos días, al nivel más alto tendrán que tener las discusiones y las negociaciones necesarias para garantizar la seguridad no solo de todos los catalanes, sino de todos los españoles".
Simón evidenciaba así lo que hacia semanas venía ocurriendo con los datos de Catalunya, desde una fluctuación excesiva en el número de muertos y nuevos contagios hasta una falta de información en cuanto a nuevas hospitalizaciones e ingresos en ucis.
Es cierto que todas las autonomías han tenido dificultades en recopilar la información, sobre todo al principio de la pandemia, y que están sometiendo sus series históricas a una permanente revisión. Por ejemplo, la Comunidad de Madrid traslada con retraso a Sanidad datos de nuevos contagios y después actualiza sus cifras, lo que se ha interpretado como un intento por aparentar una evolución más favorable con el objetivo político de avanzar más rápido en la desescalada. Pero el desbarajuste catalán no tiene parangón. Lo paradójico no es que haya por parte de la consejera Alba Vergés una voluntad de esconder las cifras reales, sino que el caos se genera a partir de la obsesión inicial de llevar la contraria al Ministerio de Sanidad.
Quim Torra impuso a mediados de abril una forma de contar diferente, haciendo un alarde de transparencia frente a la opción metodológica más estricta elegida por el ministerio que dirige Salvador Illa. Desde entonces, el Govern utiliza datos de las funerarias y acepta como contagios confirmados no solo las pruebas PCR positivas (que son las únicas que valida Sanidad), sino todas las que aún dando un resultado dudoso, el paciente tiene síntomas compatibles con la infección.
Igualmente contabiliza los fallecimientos que han dado positivo en un test rápido y hasta hace poco también las muertes que un médico forense había certificado como “posible Covid-19”. De esta forma, las muertes en Catalunya se elevarían, según la Generalitat, a cerca de 12.000 (más del doble que las oficiales de Sanidad) y los contagios superarían los 226.000 (cuatro veces más).
A todas luces se trata de un despropósito que lo único que ha creado es más confusión. Aun siendo cierto que al principio de la pandemia hubo un exceso de muertes, sobre todo en las residencias de ancianos, que por falta de PCR no aparecen en las cifras oficiales, y que ese hecho tendrá que ser evaluado en algún momento, lo que no tiene sentido es romper una serie estadística que permite observar con rigor la evolución de la epidemia.
En su obsesión por desmarcarse del Gobierno de España, Torra ha creado un lío monumental en las áreas sanitarias que tienen que recabar distintas fuentes de información, generando posiblemente duplicidades y errores. Aunque Vergés afirmase en su réplica a Simón que “solo el Govern conoce lo que sucede en Catalunya”, lo cierto es que los datos que suministran a la ciudadanía no son muy fiables. El sistema sanitario catalán tiene desde hace muchas semanas los recursos necesarios para hacer pruebas PCR a cualquier caso sospechoso e informar así con el máximo rigor metodológico en lugar de contar diferente.
Esa obsesión por llevar la contraria se ha trasladado también a la unidad territorial de la desescalada. El Govern rechazó las provincias y apostó por unas regiones sanitarias que nadie conocía. En el caso de la región metropolitana la subdividió en tres áreas, formando Barcelona ciudad un enclave que en la fase 1 ha quedado aislado del resto, también de L’Hospitalet, con lo que sobre el papel los residentes en la capital no pueden salir ni el resto entrar. Un caso único en España. Los alcaldes metropolitanos exigen que se ponga fin a este otro despropósito del nacionalismo. " (Joaquim Coll, El Periódico, 25/05/20)
"Salud informa de golpe de 635 fallecidos por coronavirus.
El Departamento de
Salud reportó de 635 nuevos fallecidos por coronavirus de los cuales el
Ministerio de Sanidad no tenía constancia, según informó este viernes el
director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencia sanitarias,
Fernando Simón, en rueda de prensa, quien habló de “incongruencias” en
los datos del Govern.
Simón explico que los nuevos casos notificados “eran fallecidos
antiguos que por la razón que fuera, a lo largo de un periodo importante
de días, no habían sido ubicados en el día que les correspondía y han
sido todos notificados esta mañana”. La cara visible del Gobierno
español en la lucha contra la pandemia recordó que “Cataluña lleva dos
días que está teniendo problemas con la validación de datos”.
El Departamento de Salud, por su parte, alega que los 635 nuevos
muertos a los que se refiere el Ministerio de Sanidad “ya estaban
incluidos” en el balance diario de decesos que publica la Generalitat, a
partir de los datos facilitados por las funerarias. “Cataluña publica
cada día todos los datos: casos positivos, sospechosos, exitus
declarados por funerarias y clasificados por lugar de fallecimiento,
entre otros. Del conjunto de datos, el Ministerio sólo pide que les
notificamos algunos y son sólo éstos los que el Ministerio conoce”,
explica en un comunicado.
“Hay que recordar que el Ministerio sólo recibe datos y las
interpreta, pero es la Generalitat de Catalunya quien conoce la realidad
epidemiológica del país. Esta realidad muestra que no hay ninguna zona
concreta en Cataluña que indique que la evolución y los datos de la
epidemia están evolucionado a peor y de forma diferente al esperado”,
dice la conselleria.
El PPC ya ha solicitado la comparecencia urgente de Vergés en el
Parlament para que “aclare las variaciones en los datos de fallecidos
por Covid-19 en Cataluña”. El portavoz de la formación, Santi Rodríguez,
ha señalado que “los comunicados publicados diariamente por el propio
Departamento de Salud hacían desaparecer 206 fallecidos entre los días
18 y 22 de mayo”. “No son interpretaciones malintencionadas de nadie,
son sus propios datos”, ha manifestado Rodríguez." (e-notícies, 23/05/20)
"Toque de atención del
Ministerio de Sanidad a la conselleria de Salud después de que, por
segundo día consecutivo, no se pudieran contabilizar los datos de
coronavirus en Cataluña por "problemas de validación".
El director del
Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAE),
Fernando Simón, ha mostrado este viernes su "preocupación" por el hecho
de que los datos de la conselleria de Salud no hayan podido quedar
recogidas en el balance diario del Estado .
Simón ha apuntado que las cifras que están llegando de la conselleria
en los dos últimos días "requieren una explicación más detallada porque
los datos tienen algunas incongruencias". La cara visible del Gobierno
en la lucha contra el coronavirus ha reconocido "vamos a tener que estar
muy pendientes".
"Es cierto que los datos de anoche, que podíamos asumir que era un problema puntual, hoy nos han preocupado" ha apuntado Simón. "Tanto la autoridad de Salud Pública de Cataluña como el Ministerio de Sanidad tendremos que estar muy pendientes de lo que sucede porque no es trivial que no se pueda saber qué pasa en Cataluña" ha alertado. Simón ha apuntado que les consta que el problema de validación de las cifras están "asociadas a una zona concreta". (e-notícies, 22/05/20)
"Es cierto que los datos de anoche, que podíamos asumir que era un problema puntual, hoy nos han preocupado" ha apuntado Simón. "Tanto la autoridad de Salud Pública de Cataluña como el Ministerio de Sanidad tendremos que estar muy pendientes de lo que sucede porque no es trivial que no se pueda saber qué pasa en Cataluña" ha alertado. Simón ha apuntado que les consta que el problema de validación de las cifras están "asociadas a una zona concreta". (e-notícies, 22/05/20)
No hay comentarios:
Publicar un comentario