29/1/20

El catalanismo es una hipocondría que hace que la pertenencia a España se viva como una dolencia que hoy es imaginaria... El nacionalismo es una ideología basada en el antagonismo étnico y por eso no es un proyecto legítimo... ninguna federación exitosa en el mundo se declara multinacional...

"(...) Juan Claudio de Ramón (...) Diplomático de profesión, pero filósofo y ensayista de vocación, nos ofrece en Diccionario de lugares comunes sobre Cataluña (Deusto) las herramientas con las que navegar en la confusión del 'procés' y desmontar sus tópicos y clichés. Su libro no es para ni contra los independentistas sino, como él dice, un espejo en el que los no independentistas debemos mirarnos si queremos derrotar al independentismo. (...)
¿Cuál es el tópico que te desespera más?
 
El que sostiene que no se puede judicializar la política, ese es el más destructivo: socava los fundamentos de la democracia liberal. La política no puede estar fuera del examen de la justicia. La judicialización del conflicto catalán no es resultado de una estrategia política sino la consecuencia de la vulneración de las leyes.
¿Cuál es el que más te ha costado desmontar?
 
El relacionado con el catalanismo. Para mucha gente, el procés es una herejía del catalanismo. Aunque muchos catalanistas se han opuesto al procés, yo pienso que es su evolución natural. Maragall dijo: «media España no nos quiere y media no nos comprende». Ninguna de las dos cosas es cierta: ni España es el ogro que dibuja el independentismo ni la madrastra que pinta el catalanismo. 
El catalanismo es la problematización de la identidad española de los catalanes independientemente de si hay un problema o no. En el pasado fue una militancia necesaria, pero hoy, cuando objetivamente no hay ningún problema en conjugar españolidad y catalanidad, termina siendo un obstáculo para desarrollar una identidad federal dual y equilibrada. El catalanismo quizá no sea un nacionalismo, pero es una hipocondría que hace que la pertenencia a España se viva como una dolencia que hoy es imaginaria. (...)
¿Por qué sostienes que el derecho a decidir es antidemocrático? 
 
Porque defino la democracia como la extensión universal de la ciudadanía. Es democrático aquello que equipara derechos ciudadanos y amplía la base social que los disfruta. Si lo que propones es recortar el cuerpo ciudadano y que parte de los ciudadanos pasen a ser extranjeros, entonces estás yendo contra la democracia.
¿El independentismo es una idea legítima siempre que se defienda desde cauces democráticos?
 
Esa es una concesión dialéctica que no habría que hacer. El nacionalismo es una ideología basada en la producción de mentiras y el antagonismo étnico y yo no quiero llamar a eso un proyecto legítimo, aunque sea legal. Al decir que es legítimo reducimos todo el reproche a una cuestión de formas, como si no hubiera detrás un programa político que es de fondo indeseable.
¿En Cataluña hubo un golpe o solo fue un farol?
 
Yo creo que hubo un golpe. Se atentó contra la Constitución y todos los ordenamientos penales tienen tipos contra este tipo de delitos. Es una desgracia para los independentistas que hicieran demasiado poco para triunfar pero suficiente para entrar en tipos penales establecidos. Aunque es cierto que en el código penal no hay un delito de golpe de estado los jueces verán si sus comportamientos encajan en algunos de los tipos que existen. 
Dices que eres federalista, pero estás contra la plurinacionalidad y la idea de nación naciones.
 
No conozco ninguna federación exitosa en el mundo que se declare multinacional. Ese principio introduce un factor de discordia. Las naciones, sobre todo en su fase de formación, son excluyentes. Una de las ventajas de la nación española es que su fase agresiva terminó en el 78. Como dice Arcadi Espada, sus mentiras fueron contadas hace ya mucho tiempo. 
Pero las otras naciones que hay en España están todavía en su fase excluyente. Temo que instaurar la plurinacionalidad en España dé carta de naturaleza a un plurinacionalismo que, como dice Josu de Miguel, desemboque en que se pueda ser español de muchas maneras pero vasco, catalán o gallego solo de una: nacionalista.  (...)

"Algo habrá que hacer con los dos millones de catalanes que han optado por la independencia". ¿Esa frase es un lugar común o una pregunta legítima que hay que responder?
 
Es una frase que revela una preocupación comprensible que yo también tengo. Ahora bien, vivir en democracia es entrenarse en el ejercicio de la frustración. Parte de la solución del problema catalán es reformista: hay que hacer reformas para todo el país. 
Pero otra parte es puramente psicológica: consiste en aceptar que el deseo de tener un estado monolingüe catalán no se va a ver cumplido. Buena parte de esos dos millones tendrán que asumir las limitaciones congénitas a la convivencia democrática, que consiste en aceptar que no se consigue todo lo que se quiere. (...)

¿Se derrotó definitivamente al independentismo el año pasado o está solo temporalmente desactivado y puede volver a resurgir?
 
Participo del consenso dominante que dice que el independentismo, en su versión insurreccional, está derrotado. Pero si seguimos usando todas las frases que en mi libro señalo vamos a conseguir que haya cada vez más independentistas. Porque si les decimos que en el fondo tienen razón no tendrán motivo alguno para cambiar de opinión.
¿Te preocupa más la debilidad del constitucionalismo que la fortaleza del independentismo?
 
Siempre he pensado que el problema somos nosotros más que ellos, que no creemos en nuestro proyecto tanto como ellos creen en el suyo. (...)"             

(Entrevista a Juan Claudio de Ramón, Juan Ignacio Torreblanca, El Mundo, 22/12/18)

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