"¡Desgraciado, cabrón!", "¡Libertad, presos políticos!". Los insultos y consignas lanzadas contra Pedro Sánchez por parte del personal sanitario del Hospital Sant Pau de Barcelona cuando este se disponía a salir tras visitar al agente de la Policía Nacional herido de gravedad durante las protestas independentistas han dejado perplejos a numerosos profesionales de la Salud.
No es el caso de Teresa (nombre ficticio), una médico
catalana que no quiere revelar su verdadera identidad por miedo a
represalias en el centro de Atención Primaria en el que trabaja. "No me
sorprendió en absoluto. Estamos completamente
acostumbrados a que gerentes, médicos, enfermeras y otros trabajadores
se posicionen constantemente a favor del independentismo", reconoce a Vozpópuli.
Teresa
cree que existe una mayoría silenciosa de profesionales del sector que
no es partidaria del posicionarse a favor del independentismo en los
lugares de trabajo y que aboga por la neutralidad. "Seguramente somos mayoría, pero trabajamos en una dictadura. Mucha gente no es independentista, pero se calla o, incluso, simula que lo es para no ser señalado", explica.
Las gerencias territoriales
"Nunca
he vivido una dictadura, pero el independentismo está haciendo que
aprenda lo que es", lamenta. De acuerdo a su testimonio, los altos
cargos del Instituto Catalán de la Salud, presente
en toda Cataluña a través de las gerencias territoriales, apoyan la
independencia y eso se traduce en el día a día de los facultativos.
"Todos los correos electrónicos oficiales que nos llegan están en catalán. Además, nos obligan a responder en catalán
cualquier reclamo que pueda hacer un paciente, aunque este lo haya
hecho en castellano", dice. En su caso, asegura, no puede cambiar el
teclado del ordenador con el que trabaja a español ni a inglés.
"A
veces nos llegan correos oficiales de las gerencias con lazos amarillos
en defensa de la libertad de lo que ellos consideran presos políticos.
Hay otros que hacen referencia al 11 de septiembre de 1714, fecha mitificada por el secesionismo", apunta.
Instrucciones para no retirar propaganda
La médico barcelonesa revela a este diario que ha recibido instrucciones para no retirar la propaganda
independentista de ningún lugar del centro en el que trabaja, "a no ser
que esta propaganda tapase las placas que indican qué profesional
atiende en cada consulta".
Según su relato, los
responsables de su ambulatorio utilizan los servicios de megafonía para
llamar al personal a que participen en minutos de silencio en conmemoración del 1-O o contra las condenas a los "presos políticos".
"Si no dejas de pasar consulta y no sales a la calle, terminas señalado por tus compañeros, pero también por los propios pacientes que están esperando a ser atendidos. Hay veces que me preguntan que por qué yo no participo", cuenta la doctora.
Además, Teresa explica que conoce a muchos interinos y personal con
contratos eventuales que no son secesionistas y, en cambio, participan
en todas las iniciativas independentistas que se promueven "desde
arriba". "Tienen miedo a que no se les contrate", señala. "La situación es insostenible, necesitamos apoyo de todas las partes de España", reclama. (...)" (Marina Alías, 23/10/19)
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