" (...) - El proceso es sobre todo un movimiento de clases media. Usted incluso habla de “carne de cañón” en su libro.
En el llamado procés ha participado mucha gente de
buena fe. Lo han hecho con ilusión y esperanza sin pedir nada a cambio.
Lo lamentable ha sido ver como unos cuantos aprovechados han estirado, e
instrumentalizado, el tema porque en ello les iba la poltrona, el
sueldo incluso el estatus social.
En todo movimiento político hay los
idealistas y los aprovechados… El procés ha generado mucho chupóptero
desaprensivo... Si Puigdemont, Comín y cía no se vieran viviendo muchos
años en Bélgica seguramente propondrían otras salidas menos estridentes y
estrambóticas al momento político actual. (...)
- Al final resulta que iban de farol.
Iban de farol, perdieron y ahora intentan enmascarar
su derrota apelando, de nuevo, a los sentimientos. En la intimidad
muchos reconocen que se han precipitado. Ahora no saben cómo salir del
problema sin perder más plumas.
- Ni siquiera fue una partida de ajedrez.
Fue a las cartas con baraja española, les cantaron
las cuarenta y abandonaron la partida. Lo peor es que ahora pretenden
que todo el mundo pague su consumición y el estropicio generado en el
país. Va a ser duro recoser todo esto. En el ajedrez se medita y se
piensan las jugadas a medio plazo, estos han empleado el patadón hacia
adelante sin rumbo.
- ¿Hay presos y exiliados?
Si, en cualquier país en el que uno intente saltarse
la ley va a la cárcel. En Francia, por ejemplo, no hubieran llegado tan
lejos. Y en Alemania… ¿Exiliados? Lean ustedes las vicisitudes de los
republicanos españoles tras la guerra civil y verán la diferencia. No
todo el mundo puede residir con gastos pagados en una mansión en
Waterloo, o pernoctar en una cárcel con un régimen interior y de visitas
como el de los políticos presos. Otra cosa es discutir sobre la
idoneidad de los tiempos de prisión preventiva.
- Para este viaje no hacía falta alforjas. Usted también lo dice.
Han puesto el país patas arriba, han enfrentado
familias y amigos; han perjudicado la economía, el turismo y la imagen
del país fuera de nuestras fronteras… Se pelean, no tiene norte ni ruta a
seguir…un desastre trufado de frases grandilocuentes pero vacías de
contenido. Han puesto en peligro, y lo siguen haciendo, la propia
autonomía…
- ¿Qué debe pensar Pujol del proceso?
Creo que Pujol debe pensar que son unos zapatones sin
criterio político y escaso planteamiento estratégico, que lo suyo era
más efectivo y solvente. Incluso creo que puede llegar a pensar que
estos aficionadillos al activismo kumbaya ponen en peligro su tarea
política de años. No solo se han cargado su partido sino también
deterioran el país.
- ¿El proceso ha terminado?
Creo que como se entendía antes si. Ahora la cosa va
de presos y referéndums. Supongo que los procesistas han interiorizado
que los temas de palacio van despacio. Los independentistas tienen un
problema serio para recomponer su línea de mando, les falta nuevos
líderes y a nadie se le ocurriría, por ejemplo, colocar a personajes
como Agustin Colomines o Rufian al frente del tinglado. Los otros andan
por Europa o están presos.
- ¿Cuándo empezó el proceso? ¿Con Pujol, con Maragall, con Mas?
Si ojeamos la vida de Benet, narrada por Jordi Amat,
quizás en los años cuarenta con la entronización de la virgen de
Montserrat. Más tarde otros pusieron las condiciones objetivas y Mas
aceleró pensando que las subjetivas estaban maduras y claro, Artur no es
un Lenin y la pifió. (...)" (Entrevista a Joan Ferrán, e-notícies, 25/01/19)
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