18/10/18

Paco Frutos: Los que pusieron en marcha este “procés” irracional de lucha de identidades que no de clases, a partir de la prostitución de conceptos básicos en el lenguaje y en la acción, tienen prácticamente toda la responsabilidad política...

"(...) Los que pusieron en marcha este “procés” irracional de lucha de identidades que no de clases, a partir de la prostitución de conceptos básicos en el lenguaje y en la acción, tienen prácticamente toda la responsabilidad política.

 Prostituyeron el concepto de revolución con una contrarrevolución económica, social y cultural en toda regla, prometiendo el paraíso y la fraternidad de un solo pueblo cuando los españoles les dejaran de robar, mandar e imponer; asimismo, convirtieron su acción fanática, aventurera y anti solidaria en un concepto y una acción radical; y, para colmo, arrastraron por el lodo de su “monarquía bananera hereditaria”, con algunos de sus principales jefes en la cárcel, o a punto de entrar en ella por ladrones, el término República, que es nada más y nada menos que el intento democrático institucional de acercar el poder a la sociedad para que este poder sea más racional, justo y participativo.

Y todo ello lo hacen engañando, narcotizando y convirtiendo en zombis a una masa horneada por las mentiras y la manipulación que destilan diariamente en “sus” medios de propaganda, en especial TV3. O sea, que contaminan y crean una realidad ficticia, después de anular la conciencia crítica y el sentido común de centenares de miles de personas. 

En la reciente historia española, ya hubo una situación similar cuando la acción terrorista de ETA generó un pensamiento más conservador, reaccionario y fascista en amplios sectores de la sociedad. Con su “nazionalismo identitario”, los secesionistas están consiguiendo el mismo efecto en sectores de la sociedad española actual.

¿Y la izquierda, la socialdemócrata de siempre y la antaño llamada “alternativa”, la sindical, la política y gran parte de la cultural, qué hacen? Hasta el momento, totalmente, o casi, estar ausentes de la realidad, en un permanente despiste, cuando no abierta complicidad de amplios sectores con los secesionistas. 

Una izquierda que ha perdido como práctica concreta sus referentes internacionalistas frente a los nacionalismos, su conciencia de clase frente a los populismos diversos, el sentido profundo de igualdad y fraternidad entre todos los seres humanos, la defensa radical de la paz frente a la guerra. 

Una izquierda que permite y contribuye a la confusión entre España y franquismo, considerando la España actual casi como una continuación de la España franquista, no atreviéndose a defender la España de la historia compartida, con sus contradicciones, miserias y grandezas, la España de la IIª República Española que vinieron a defender los héroes y heroínas de las Brigadas Internacionales.

Sí, España, y no un acomplejado “Estado español” que utilizan vergonzantemente los pobres y cobardes de espíritu que aún tienen la cara dura de llamarse de izquierdas y hasta comunistas. Una izquierda que blanquea de progre a los nazionalistas desfilando detrás suyo, como perfectos auxiliares y avaladores de sus acciones reaccionarias.

Por todo lo dicho, y por lo que callo, es imprescindible construir la izquierda real, en Catalunya y en toda España.(...)"                   (Francisco Frutos Gras, ex Secretario General del PCE, Crónica Popular, 13/10/18)

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