19/10/18

Con la promesa de una declaración de independencia posible a corto plazo, la ciudadanía independentista le ha dado a los dirigentes del “Procés” todo lo que éstos le han pedido... ¿Que han recibido a cambio? presos encarcelados, impotencia, humillaciones, 155 y una declaración unilateral de independencia de pega... así que los CDR piden la cabeza de Torrà y del Conseller de Interior, los acusan de traidores y los amenazan con que “lo pagarán”... cousas veredes

"Que los Comités de Defensa de la Republica pidan la cabeza de Torrà y del Conseller de Interior, los acusen de traidores y les amenacen con que “lo pagarán” no es sólo un calentón por los heridos y detenidos del 29 de octubre: es, sobre todo, la expresión de un divorcio creciente entre los dirigentes del “Procés” y el independentismo catalán más radical (La CUP, los CDR y, en menor medida, la ANC) que explica con detalle Bernat Dedéu, referente intelectual del independentismo, en  esta entrevista.

Este enfrentamiento tiene su lógica:  el independentismo radical esta formado por gente que creyó a pies juntillas el discurso oficial independentista y que ha visto, día tras día, como lo que se dice tiene poco que ver con lo que se hace.

Con la promesa de una declaración de independencia posible a corto plazo, la ciudadanía independentista le ha dado a los dirigentes del “Procés” todo lo que éstos le han pedido: movilizaciones, colaboración en la organización de un referéndum prohibido y tres mayorías parlamentarias ajustadas pero suficientes: una en  2015 y dos en 2017.

¿Que han recibido a cambio? presos encarcelados, impotencia,  humillaciones, 155 y una declaración unilateral de independencia de pega que la Generalitat no quiso implementar ni siquiera un segundo (ni siquiera se llegó a arriar la bandera española de la sede del gobierno catalán)

¿La razón? Pues que los líderes del Procés no se atreven a entrar en una confrontación abierta con el Estado porque, saben, desde el minuto uno, que no se dan ninguna de las tres condiciones necesarias para conseguir la independencia y que son:

1) Un acuerdo con el Estado
2) El uso de la fuerza armada y/o
3) una  movilización popular amplísima y  más o menos violenta que paralice de forma duradera la actividad económica y los  servicios esenciales.  

Lo cierto es que el acuerdo con el Estado requiere una modificación constitucional muy compleja y por un amplísimo consenso impensable en estos momentos;  que la fuerza militar  es imposible por razones obvias y que la movilización masiva choca frontalmente con algunos “detalles” como que la mitad de la población no sea independentista, que los sindicatos no estén interesados en convocar una huelga general indefinida ni la patronal parezca interesada en echar el cierre a sus negocios e industrias. (...)

La independencia de Catalunya puede llegar algún día pero no será sobre la base de una ruta imposible como la de 2015.  La independencia de Catalunya , si llega, llegará como resultado de una voluntad ampliamente hegemónica entre los propios catalanes,  de ampliaciones sucesivas del autogobierno, de un acuerdo con el Estado y de una Unión Europea distinta a la actual y que la pueda  facilitar.

En todo caso, si no cambiamos la cultura política mayoritaria en España y en Catalunya (que, paradójicamente, son bastante parecidas), cualquier solución racional es de muy difícil implementación."                (grosske, IU, la izquierda unida y más, 30/09/18)

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