"Un salto hacia adelante que rompe todos los esquemas y que puede conducir a una situación de grave violencia en Cataluña.
Crónica Global recibió en la madrugada de este jueves el ataque de la izquierda radical, con una acción vandálica firmada por Arran, una de las ramas juveniles de la CUP.
Los actos se suceden. Es el cuarto en pocos meses.
El medio digital es
el primer sujeto público de un fenómeno que los dirigentes políticos
catalanes no se atreven a diagnosticar ni a condenar, pero que tiene un
claro componente de kale borroka,
persistente, que se ha repetido contra partidos políticos
constitucionalistas, y contra entidades que no defienden la
independencia y que han buscado vías de entendimiento. (...)
La acción de Arran, con martillazos que provocaron serios boquetes en los cristales de las instalaciones de Crónica Global, fue condenada por los partidos constitucionalistas (...)
Pero no sucedió lo mismo por parte de los partidos
independentistas, ni tampoco por parte de las entidades soberanistas,
aunque desde la dirección de Esquerra se produjeron mensajes de apoyo al
medio de forma personal. Sin embargo, ERC no hizo ningún llamamiento
público, y tampoco el PDeCAT. Silencio. También de los medios públicos.
Sí condenó el acto de violencia el Grup de Periodistes Pi i
Margall, asegurando que se trata de un ataque que pretende "amedrentar" a
los periodistas que trabajan por "la libertad y la democracia en
Cataluña". (...)
Los ataques de kale borroka se han sucedido contra distintas
sedes de Ciudadanos, contra la nueva sede del PSC en el Poble Nou,
contra el PP y contra entidades como Empresaris de Catalunya. También se
produjeron actos claramente inspirados en el movimiento que tuvo una
gran incidencia en el País Vasco contra los autobuses turísticos en
Barcelona, el pasado verano. (...)
¿Hay algún tipo de reacción desde la Administración catalana y por parte de los dirigentes políticos independentistas? Apenas nada.
Las acciones de Arran o de otros colectivos de la izquierda radical
independentista salen gratis, y han comenzado a erosionar el sistema
democrático en Cataluña. Tampoco la llamada sociedad civil se
manifiesta, conducida por el nacionalismo durante décadas.
En el caso de Crónica Global se trata del cuarto ataque. (...)
Arran, difundió un comunicado en su cuenta de Twitter reivindicando el acto, y asegurando que actuará en "contra del fascismo".
El politólogo Gabriel Colomé asegura que esos comités lo que pretenden es señalar
por todo el territorio a los que no defienden las tesis
independentistas y de izquierda radical de la CUP, y que, por ello,
graban sus acciones, como ha ocurrido en el caso de la acción violenta
contra Crónica Global.
Ese silencio del mundo nacionalista, de los medios públicos, ha comenzado a ser moneda corriente, con lo que se achica la democracia en Cataluña, aunque se insista en que sólo son actos esporádicos.
La voluntad de una parte de la sociedad catalana de llevar
adelante un proyecto rupturista, sin tener mayorías sociales para
poderlo hacer, violentando la ley, puede provocar un efecto que ya tiene
claros síntomas: una violencia de baja intensidad, por ahora, que puede
ir a más en función de la frustración de sectores que han estado muy
movilizados durante el proceso soberanista.
Colomé alerta sobre ese peligro: “Es de manual, la
frustración provoca irritación, primero, y violencia después, y todo eso
está pasando en Cataluña, con una cuestión añadida y es el silencio de
todos aquellos que no condenan ni mueven nada para pararlo”.
Hoy es un a)cto contra una sede de un medio de comunicación. Mañana…" (Crónica Global, 2601/18)
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