"Lo de Catalunya explicado rapidito. Todos bajan, salvo ERC y
PP. ECP baja 80.000 votos, pero sigue líder y con el mismo número de
diputados. CDC mantiene diputados, pero accede a su mínimo de votos
histórico. Es un partido en reducción, que cada vez necesita menos a la
política española, a la que no puede acceder.
PSC sube votos, pocos,
pero accede a su mínimo histórico de diputados. C's mantiene diputados,
pero no votos, que bajan sensiblemente. ERC, que repite resultados,
chulea a CDC en sus feudos y, lo dicho, aumenta porcentaje. Es razonable
suponer que haya engordado sus resultados con algunos votos de la CUP
--la CUP no se presenta a Generales nunca--, formación que también, es
razonable suponerlo, ha nutrido de votos a ECP.
PP, que no ha sufrido
desgaste por sus escándalos ligados al expolio, o a una lectura
parademócratica del poder, llega a ser tercera fuerza en Barcelona. Sí,
ya, pero ¿cómo se come todo esto?
Se come lentamente. Vayamos por partes.
ECP, un partido de poder --tiene, recuerden, el Ajuntament
de Barcelona--, obtiene un buen resultado, no confirmado en el resto del
Estado. Unidos Podemos, en fin y si sumamos los resultados de Podemos e
IU del 20D, pierde más de 1 millón de votos. Un desastre.
Un desastre
que puede ayudar a ver el buen resultado de ECP, una formación que no se
ha presentado como socialdemócrata ni patriótica, y que centró su
campaña en desbancar al PP en España, y en un referéndum para la
autodeterminación en Catalunya. Es decir, en un proceso constituyente.
Todo indica que ambas cosas han quedado aplazadas.
El futuro inmediato
de ECP pasa, se diría, por pensar en sí misma, y en buscar y canalizar
políticas propias, más allá del pack Podemos. O en intentar influir
directamente sobre ese pack, sino en, pumba, capitalizarlo.
La campaña, y el futuro, de ERC han pasado por visualizar a
ECP como su rival. Y eso, a su vez, pasa por descalificar su propuesta
de referéndum, en tanto que pantalla superada. La batalla
propagandística de esta campaña de ERC y CDC --y, me temo, del futuro a
corto y medio plazo del pack indepe-- pasa por descalificar esa
propuesta de referéndum, calificarla de propaganda y engaño, y apostar
por el Procés como ciencia exacta.
El Procés, por cierto, no es ni tan
siquiera un proceso de indepe. Es una forma cambiante de apoyo al
Govern. Ahora consiste en una Hoja de Ruta hacia una independencia
unilateral que, en su día, duraría 18 meses. Es poco probable que
suceda. A modo de ejemplo: la UK del brexit calcula independizarse de la
UE en varios años, lo que indica la alegría y función del Procés..
La
batalla Procés versus referéndum --dos objetos, tal y como está el
patio, irrealizables-- adquirirá en breve cuerpo de casus belli, de gran
combate que se desarrollará, diariamente, en la política y en los
medios, esa cosa a la que ECP no tiene acceso. Será el epicentro de la
propaganda --el Procés no es otra cosa hasta ahora-- en unas próximas
elecciones que no pueden tardar.
Datos que ilustran que las elecciones
catalanas están cerca: CDC ya no lidera el Procés, que lo lidera ERC
--eso, en principio, no supone grandes cambios, pero ERC querrá
amortizarlo--, y el mayor partido catalán, ECP, no está representado en
el Parlament. El Parlament que está trazando una independencia
unilateral y plis-plas no es oficialmente real desde el 20D. Ahora, con
una CDC en mínimos, menos.
Vamos. La cosa está muy encasquillada en Catalunya. Catalunya, el locus
con la crisis de Régimen más avanzada --y más recompuesta-- puede
invertir su política futura en una espiral crispante de discusión entre
la opción Referéndum y la opción Full de Ruta, mientras ejecuta sus
políticas reales, de austeridad.
O puede --menos probable, pero la única
solución posible-- ver cómo ECP, ERC y CUP llegan a acuerdos. Que
supondrían --de ahí lo improbable-- el fin, de una manera u otra, del
Procés, esa cosa que se inventó CDC para ir tirando sin necesidad de
resultados, sin necesidad de un Procés real. (...)" (Guillem Martínez, CTXT, 27/06/16)
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