"En los partidos independentistas, con todo el respeto que me merecen,
algunas palabras usadas con una descontrolada imprudencia conducen
desafortunadamente a perfilar un enemigo.
No dejar, por ejemplo, de
llamar expolio a un discutible tratamiento fiscal por parte del Estado
respecto a Cataluña, no deja de ser otra manera de construir un enemigo.
Llamar sistemáticamente expoliador al Estado, además de inapropiado
insulto, muestra el camino más intransitable para alcanzar un acuerdo en
una materia tan delicada, compleja y tan cierta como es el desencuentro
fiscal entre España y Cataluña.
Y ya no digamos lo inapropiado y
ofensivo que resultan frases del tipo “España nos roba”.
Todo con el
empeño casi infantil de hacernos un enemigo a nuestra medida. Pero uno
es dueño de creerse o no estas invectivas. Yo no las creo. Y cuando
vienen según de quién, mucho menos. Insisto, eso no significa que
Cataluña no deba reclamar su parte de razón en un asunto tan vital para
el mejor bienestar de sus ciudadanos como es el tratamiento fiscal. Pero
una cosa es eso y otra muy distinta echar leña a un fuego que, una vez
encendido, no sabremos cómo apagar. (...)
Una prueba de lo que digo la podrá encontrar el lector en el Punt Avui
de este último domingo. Se trata de la entrevista que le hace el diario
al presidente de Esquerra Republicana y jefe de la oposición Oriol
Junqueras.
Cuando se le pregunta sobre los presupuestos de la
Generalitat de este año y sobre el alcance de sus recortes, no tiene
ningún inconveniente en repetir el consabido sonsonete: “Los
presupuestos serán terribles por culpa del Estado”.
O sea, si no he
entendido mal, Junqueras nos dice que el equipo económico de la
Generalitat no tendrá ninguna responsabilidad en que esos presupuestos
sean tan terribles, que lo serán sin lugar a dudas. Parece ser que el
meteórico avance de las desigualdades sociales en Cataluña también se
debe solo al Estado y no a las brutales políticas de ajuste del Gobierno
de Artur Mas. Y también parece que la no menos brutal reducción del
déficit público es una particular obsesión de Montoro y no del magnánimo
timonel Artur Mas.
¿He de creerle a Oriol Junqueras? Hace unos años, tuve la oportunidad
de escuchar una conferencia suya sobre la batalla del Ebro en uno de
sus legendarios escenarios, la cota de Santa Magdalena, a tiro de piedra
de Gandesa. Acabada la charla, reparé en el hecho de que en ningún
momento Junqueras había mencionado al general Vicente Rojo, algo así
como disertar sobre la batalla de Waterloo y no citar a Napoleón. No es
de fiar, me dije, y lo sigo pensando." (
J. Ernesto Ayala-Dip , El País, 30 ENE 2013)
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