"La columnista del diario El Mundo, Anna Tortajada, en un artículo de opinión, lamenta que "basta viajar fuera de Catalunya para darse cuenta de hasta qué punto ha crecido la animadversión hacia nosotros hasta el extremo de que un catalán en España se siente rechazado, casi expulsado, como debieron sentirse en su momento los judíos o musulmanes". En este sentido, señala que "pronto ni siquiera nos hará falta un referéndum de autodeterminación, ni pedir la independencia: si no fuera porque creen que debemos mantenerlos, ya nos habrían echado. Tal es su rechazo".
"Vista desde Catalunya, esa animosidad generalizada e injustificada sería digna de compasión o incluso motivo de risa si no hubiera llegado ya a ser ofensiva. La paciencia y la tolerancia tienen también un límite, incluso entre nosotros, un pueblo de comerciantes", añade.La columnista denuncia "el rechazo de esa España cateta; la ferocidad inquisitorial de esa España que vive de subvenciones y de picaresca; la soberbia de esa España autoritaria que aún no comprende lo que es una democracia, generan entre nosotros más independentistas de los que jamás hubo".
"Esos hidalgos trasnochados nos hacen sentir mal entre ellos a fuerza de negar nuestros derechos. ¿Catalunya Independiente? Al final todos acabaremos diciendo: ¡ojalá!", concluye." (e-noticíes, 21/05/2010)
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