"El subdirector de la academia, José Luis Giménez, considera lo ocurrido “un despropósito, una locura en toda regla”. “Nadie, ni clientes ni futuros clientes, nos ha pedido, en todos estos años de trabajo, un folleto en catalán; mi sector es pequeño. Yo creía que éste era un Estado de Derecho, pero empiezo a tener ciertas dudas”, añade. (...)
El nuevo Código de Consumo de Cataluña que tramitando el tripartito prevé elevar las sanciones por no rotular o atender en catalán hasta los 10.000 euros." (lavozdebarcelona.com, 25/01/2010)
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