"(...) El Ministerio de Asuntos Exteriores francés entregó, el miércoles 2, a la embajada de España en París
lo que en el lenguaje diplomático se llama una nota verbal, que en
realidad es un texto escrito, según indican fuentes diplomáticas.
En él
expresa su malestar por la resolución aprobada el 6 de octubre por el Parlament catalán en la que pide que Cataluña Norte, es decir, el departamento francés de los Pirineos Orientales, goce del derecho de autodeterminación. (...)
A instancias de la coalición Candidatura d’Unitat Popular (CUP), los diputados autonómicos de esta coalición y los de Junts Pel Sí (Partit Demòcrata Català y Esquerra Republica de Catalunya) formularon desde el Parlament un llamamiento a favor de la autodeterminación del País Valenciano, las Baleares, Cataluña Norte y la llamada Franja de Poniente, es decir, los 87.000 habitantes del este de Aragón que son catalanoparlantes.
En
la resolución, el Parlament también expresa “su apoyo a los movimientos
que defienden la lengua y la cultura catalana en Cataluña Norte”. En
esa misma jornada parlamentaria, se aprobó la celebración en Cataluña de
un referéndum unilateral como tarde en septiembre de 2017. (...)
Las autoridades francesas se han quejado ante el Gobierno central porque
no mantienen ningún tipo de interlocución política con las
instituciones catalanas. Actúan así de la misma manera que, por ejemplo,
la Comisión Europea. Cuando una comunidad autónoma incumple una
directiva europea, no se amonesta al Gobierno regional sino que formula sus reproches ante el Estado. (...)
“El siguiente paso es que pidan la autodeterminación de Alghero para enfadar a Italia”, bromea un diplomático español. Alghero es una ciudad de Cerdeña de 43.000 habitantes en la que entre el 15% y el 20% de la población habla el alguerés, una variante del catalán.
No
ha sido la resolución de octubre la primera iniciativa de los
nacionalistas catalanes que desagrada en París. El 20 de diciembre de
2013, Artur Mas, entonces presidente de la Generalitat, envió una carta al presidente francés,
François Hollande, pidiéndole que “aliente el proceso democrático”
puesto en marcha en Cataluña.
La redactó en inglés, cuando él domina el
francés porque estuvo escolarizado en ese idioma, y la mandó mediante un fax parcialmente ilegible.
Las cartas a los jefes de Estado se escriben en Europa en papel de
calidad, con muchos gramos. Hollande no contestó a la misiva. (...)
Peor fue, vista desde París, la
intervención del 'conseller' convergente de Justicia catalán, Germà
Gordó, el 22 de agosto de 2015 en la Universitat Catalana d’Estiu, unos cursos veraniegos que cada año se desarrollan en la localidad francesa de Prades,
en los Pirineos Orientales. Afirmó que una Cataluña independiente no
“debería olvidarse de la nación completa”. Apostó por que ofreciera la
nueva nacionalidad a los habitantes de los Países Catalanes, empezando
por los de Cataluña Norte. (...)
El sentimiento nacionalista también existe en la Cataluña francesa, pero es muy minoritario comparado con lo que sucede al otro lado de la frontera. Un sondeo efectuado en 2013 en los Pirineos Orientales
(455.000 habitantes) arrojó que un 69% de su población se consideraba
exclusivamente francesa, un 13% mitad francesa y mitad catalana y un 2%
solo catalana.
La drástica reestructuración administrativa
promulgada en Francia en abril de 2015, con una reducción de 22 a 13
regiones, está, sin embargo, suscitando algunas protestas en la Cataluña
francesa, fomentadas por el colectivo Oui au Pays Catalan
(Sí al País Catalán), instigado en buena medida por la rama local de
Convergència Democràtica de Catalunya. Además de las sucursales de
partidos como CDC o ERC, existe también en los Pirineos Orientales un
partido catalanista francés (Unitat Catalana). (...)" (El Confidencial, 07/11/16)
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