"(...) El giro independentista del tandem Mas-Pujol, construyo para el
consumo popular un discurso victimista y de superioridad moral,
laboriosidad y honestidad de Cataluña, frente a una España corrupta y
perezosa que robaba a los catalanes.
Un ejercicio de propaganda mediante
el que unos ladrones trataron de ampararse en un Leviatan abstracto, al
que atribuir todos los males: España nos robaba, sin distinguir entre
un minero asturiano y Botín, entre una enfermera de Madrid y Esperanza
Aguirre, entre un jornalero y la duquesa de Alba.
La operación de
Artur Mas se desarrolló en tierra fértil. La presencia del PP en el
gobierno del estado tensó el histórico rechazo de la mayoría de la
ciudadanía en Cataluña contra la derecha española heredera del
franquismo. Con mayor motivo tras el recurso del PP al Tribunal
Constitucional contra el Nou Estatut refrendado en las urnas.
El reino
de España se podía caricaturizar teñido de azul: centralista,
conservador, incapaz de comprender a Cataluña, y menos, de convertirse
en una federación democrática que respete el derecho de
autodeterminación de los pueblos.
Artur Mas olvidando que el
mismo había recortado el Estatut presentado por el Parlament de Cataluña
ante Zapatero, pasó a adoptar una gesticulación soberanista que caló en
sectores de la sociedad gracias a un diagnóstico interesado de las
causas y responsabilidades de la crisis.
La denuncia del expolio fiscal,
junto al silencio sobre el superávit de la balanza comercial de las
empresas catalanas en el mercado español, creó la falsa ilusión en
muchos ciudadanos catalanes no nacionalistas sobre las ventajas de la
independencia.
Hábilmente, un President que tenía que huir en
helicóptero del Parlamento asediado por los ciudadanos, en el curso de
meses podía presentarse como salvador de la patria amenazada.
Esta
enorme ilusión colectiva se ha mantenido, a pesar que el gobierno de la
Generalitat ha sido el adalid de las políticas de ajuste y austeridad
de la Unión Europea: Artur Mas defendió con el voto de CIU la
Contrarreforma laboral que ha destruido millón y medio de empleos y
rebajado los salarios. CiU votó con el PP a favor de la Ley orgánica de
estabilidad presupuestaria que refuerza los poderes centrales del estado
para hacer cumplir los objetivos sobre déficit y deuda y del Tratado
europeo de estabilidad. CIU traicionaba, junto al PP y PSOE, la
soberanía popular sobre la economía, entregándola a los poderes
oligárquicos de la Unión europea, CiU fuera de la cuestión lingüística
comparte con el PP el modelo privatizador y precarizador de la educación
pública de las guarderías a la Universidad
Ahora la confesión
del padre de la patria., lo desvela como vulgar “padrino” de un país,
cada vez más cercano a Sicilia que a Baviera. Cataluña se revela de la
misma “pasta” que la España de la corrupción de Gurtel y Barcenas, de
los EREs de Andalucía, de Urdangarín y consorte. Las dos Cataluñas
emergen junto a las dos Españas, especialmente tras unas elecciones
europeas donde se hunden los dos grandes partidos que se alternaban en
el poder, y ascienden las fuerzas a la izquierda del PSOE.(...)
Hoy todos podemos ver, que quienes se llenaban la boca de discursos
patrióticos, muestran que en su vida privada no solo robaban al pueblo
que decían defender, sino que el producto de este robo se sacaba del
país para llevarlo a paraísos fiscales y especular. Es decir se sustrajo
a cualquier tipo de inversión productiva, creación de empleo o
desarrollo ya fuera de infraestructuras, tecnología o conocimiento en
Cataluña. El desenmascaramiento de los negocios de la familia de Jordi
Pujol es una carga de profundidad contra el discurso soberanista, que
desmoraliza a una parte de la ciudadanía aferrada a los símbolos, y
refuerza a los partidarios del “status quo” y de recentralizar el
estado, una deriva que perpetuaría las divisiones entre la clases
populares del Estado. (...)" (Socialismo 21, en Rebelión, 09/09/2014)
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