"En las calles vascas se vive una dualidad. Hay quienes asientan su tranquilidad en la creencia de que “aquí no va a pasar lo de Cataluña” y en la calma post-ETA, y quienes observan a Escocia “con envidia”
y tienen puestas sus esperanzas en Cataluña. Y entre estos últimos,
están los que lo dicen con ansia y los que lo hacen por reflejo. Pero
nadie es indiferente y todos miran de reojo.
En el discurso
político y en los medios públicos, sin embargo, los debates sobre el
“derecho a decidir” acerca de la secesión son recurrentes, con clara
preponderancia entre los proclives a ella. Pero la intensidad de los debates no llega hasta las terrazas de este verano tardío.
En
círculos empresariales, el posible efecto sobre el País Vasco de los
acontecimientos de Cataluña y Escocia tampoco produce alarma. “Aquí la
sensación es que tenemos el Concierto Económico, una soberanía fiscal que envidian tanto los catalanes como los escoceses”,
dice un miembro del Círculo de Empresarios.
“Pero sí hay cierta
preocupación por Cataluña: si al final el Estado quiere recompensarla, a ver a costa de qué se hace. Y algunos nos mirarán aquí”, advierte. (...)
Pero el debate político discurre con otros modos, y se plantea la
incógnita sobre lo que influirán ambos procesos en la relación entre el
PNV y la izquierda abertzale. Porque “envidia” es el significante que se repite en el campo nacionalista,
singularmente hacia el referéndum escocés; “envidia” se dice también en
ocasiones, porque los independentistas catalanes hayan avanzado sin
haber convivido con el terrorismo durante décadas. Envidia, sí, pero no
en todo ni igual para todos.
Hay distancias y recelos hacia el proceso catalán. En el PNV, tras los hechos, hay palabras abiertas a la interpretación. (...)
"Euskadi tiene su propia ruta”, insiste el PNV. En pocos días estará
en Edimburgo. La admiración en este caso se expone sin matices, y Andoni
Ortuzar se envolvió en un kilt en los carnavales. Se trata de una consulta legal y miran hacia Bruselas.
La intuyen menos problemática, y está fuera de casa.
Luego vendrá la negociación con Bildu para ese “derecho” a decidir,
“sujeto a pacto”, que plantean, y si se dan los vasos comunicantes sobre
ambas estrategias.
Pero también a Escocia los nacionalistas vascos saben que no llegan de vacío. “Lo que me da envidia a mí es lo que tienen ustedes”,
respondió un asesor del Scottish National Party (SNP) al presidente del
PNV cuando este evocaba su ‘envidia’ por la consulta independentista." (Chelo Aparicio. Bilbao)
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