"Los acontecimientos se han ido sucediendo a una velocidad vertiginosa
desde entonces. Tanto, asegura el periodista Xavier Vidal-Folch, que
han propiciado “un nivel de digestión bastante pequeño, lo cual me
parece peligroso”.
Por ello, el columnista de El País ha tratado de elaborar un retrato sereno y frío de los condicionantes que afectan a la llamada “cuestión catalana” en el libro Catalunya independent?
(La Catarata), editado por la Fundación Alternativas.
“El libro
servirá si he conseguido que los hechos hablen por sí solos y que los
prejuicios sean los mínimos. He querido acercarme muy fríamente a los
datos y preguntarme por ellos, sobre todo los que no se han cuestionado
públicamente” (...)
“El libro intenta explicar que ha habido una aceleración histórica
brutal. Parece haber desaparecido el consenso estatutario que abogaba
por una vía confederal, autonómica… Esta aceleración ha sido un cambio
orientado por unos dirigentes que han ido improvisando sobre la marcha”,
ha apuntado el periodista.
Durante la presentación ha ido desgranando
algunos de los puntos más relevantes que aborda la obra, el primero de
estos, la situación de la economía pública: “Aunque a veces tratamos de
disimularlo y ocultarlo, la economía pública catalana está en quiebra.
Tuvo que ser rescatada cuando la Generalitat se acogió al FLA (Fondo de
Liquidez Autonómica), que tiene unas condiciones griegas”.
La utilización de la expresión “expolio fiscal”, origen de la manida
“España nos roba”, tiene, para el autor, un componente de trampa. “El
Govern ha hecho públicas solamente dos de las posibles balanzas fiscales
que se pueden hacer. Estas indican un déficit fiscal del 8,5% del PIB,
lo cual si fuera así sería gravísimo.
¿Pero qué pasa si este déficit
fuera realmente del 5% o el 6%? Estaríamos hablando de un déficit fiscal
excesivo, que habría que corregir, pero ya no de un expolio. Al
difundir esta idea, cala en los ciudadanos que España nos roba, y claro,
con alguien que nos roba ya no queremos ni hablar”, ha alertado.
“Esta
discusión no se hace, no se le buscan las vueltas. Estamos imbuyendo a
los ciudadanos de Cataluña en un viaje de una cierta entidad con una
base, en ese sentido, muy débil”.
El periodista también hace hincapié en el “lenguaje ambiguo que trata de
suavizar el cambio de rumbo”. En este aspecto aparecen expresiones como
“transición nacional”, cuando “estamos hablando de un proceso de
ruptura”; “Estado propio”, cuando se refieren a “independencia”, o
“derecho a decidir” para hacer referencia al “derecho a celebrar un
referéndum por la independencia”.
“Estamos ante un lenguaje pervertido
del cual hay responsables, que no son aquellas personas que han
defendido siempre un proyecto independentista. No me parece bien
edulcorar la radicalidad de una propuesta”, ha mantenido.
Todo ello provoca, para Vidal-Folch, que estemos “rodeados entre dos
polos: el bloqueo y el galope, no vamos a un trote ligero”. Y es que
esta postura se ve “alimentada por el nacionalismo inverso, el
nacionalismo español representado por la actuación del Partido Popular”. (....)
La pulsión de estos dos polos opuestos está provocando también, opina el
autor, que los periodistas “estemos siendo demasiado respetuosos con
las doctrinas oficiales. Hay una cierta tendencia al militantismo”. (...)
Precisamente, el choque de trenes es la opción de resolución del proceso
que el libro apunta como más probable, por encima de la celebración de
un referéndum de forma pactada y de una reforma constitucional hacia la
vía federal. Sin embargo, a raíz de los últimos acontecimientos,
Vidal-Folch ha matizado: “Creo que está cogiendo más impulso la vía de
la reforma constitucional, que haría posible que la sentencia del
Tribunal Constitucional contra el Estatut fuese distinta de la que
emitió entonces”.
Además, ha apuntado el autor, es cada vez más probable
“llegar a una situación de bloqueo en la gobernabilidad de Cataluña,
puesto que cada vez son mas frecuentes las discusiones en el seno de CiU
y también con ERC”." (La Marea, 18/06/2013)
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