"Fernando dijo... Amigo Vicente, dos íntimos amigos de mi padre fueron asesinados a finales de los setenta. Tampoco le dí mucha importancia, eran fascistas. Otros huyeron. Yo era poco más que un niño. Un tío mío tuvo que pagar el impuesto revolucionario mes tras mes en Francia. Y a aquel niño que era yo eso le parecía poco más que una emocionante aventurilla. A mi padre un cura y diputado de HB, desde el púlpito y en su presencia, le llamó fascista y le dijo que lo mejor que podía hacer era irse de Euzkadi. No se fue. A mí no me dijeron nada. Me enteré más tarde. A un tío abuelo mío lo mataron de dos disparos a la puerta de su negocio. Probablemente fuera otro fascista.
Amigo Vicente, eso es lo que he vivido. No hago demagogia. No es un cuento. Por respeto a los que no pueden votar hice ese comentario. El que no puede votar es presa fácil de los violentos. Y te aseguro que soy coherente. Y no olvides tú que los únicos regímenes que prohíben candidaturas son los dictatoriales. Lo otro es comulgar con ruedas de molino. Pero más bien, antes que después, la situación cambiará. Y se podrá votar en libertad. Y ese día hemos de ser más. Porque a la victoria que no sea limpia y generosa preferimos la derrota, como nos enseñó, al menos a mí, José Antonio."
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