"¿Cómo pasará a la historia el presidente Torra? Como el presidente covid.
Un poco como Pujol. Cuando fue encarcelado durante el franquismo por los hechos del Palau aparecieron pintadas clandestinas -muchas realizadas por el activista Xavier Polo- con la leyenda Pujol = Catalunya. Ahí empezó a nacer el mito.
Salvando todas las distancias con Torra pasará la mismo. Torra = Covid. Dento de unos años, cuando nos pregunten quién estaba al frente de la Generalitat en la peor crisis sanitaria desde la peste negra diremos: “un tal Torra”. Desde luego la pandemia no es culpa suya pero la gestión que hacen los gobernantes de una crisis puede aliviar o empeorar las cosas.
Y no hay en Torra ni liderazgo ni autoridad moral ni siquiera carisma por mucho que se empeñen en Palau y en TV3. Es un cero a la izquierda. Es como un agente de seguros -dicho con todo el respeto para el sector- elevado a la máxima magistratura del país.
De rebote y porque lo ungió Puigdemont en una foto, se acordarán, con la Moreneta al fondo. Aquello ya presagiaba muchas cosas. Hasta la virgen de Monrserrat, que nos salvó en el 2008 de la sequía con unas lluvias providenciales, nos ha ahora abandonado
Ya lo dijo Torra en su propia investidura: “hoy, aquí, ahora, tendria que estar el presidente legítimo de Catalunya”. Es decir. Estaba de paso. Él es un subalterno, el masover, el guardabosques.
Nunca la presidencia de la Generalitat había caído tan bajo como con la llegada de estos dos: Torra y Puigdemont aunque con Mas, que prometía tanto, la cosa ya empezó a torcerse.
Porque, si no fuera por la pandemia, Quim Torra pasaría a la historia por ... ¡una pancarta! No hay más obra de gobierno excepto la creación de chiringuitos: el Consell de la República, el Foro de Debate Constituyente, la Oficina de de Derechos Civiles, el comisionado del 155, la comisión también del 155. Sin contar la promoción de la ratafía y de la leche cruda.
Torra habría hecho bien en irse tras la sentencia por la pancarta o convocar elecciones cuando declaró solemnemente que la la legislatura “ya no tiene más recorrido” y que ningún gobierno, incluido el suyo, puede funcionar “sin unidad”.
Incluso antes.
Prolongar la agonía como lo está haciendo perjudica a Catalunya, a las instituciones y hasta al independentismo. Por este orden.
Hemos podido ver a Torra, con la pandemia, en toda su plenitud y capacidad de liderazgo. Como aquella ocasión en que confesó, nada menos que en un programa de radio, que había estado todo el día “buscando batas”. No especifico si por teléfono o en wallapop.
Los vaivenes del president -más bien bandazos- son proverbiales. No hay nadie al frente de la nave. Y vamos directos hacia el iceberg. Incluso en pleno agosto.
Sólo hay que ver las ruedas de prensa huecas de contenido o los enmiendas entre consejeros en apenas 24 horas. ¿Quién manda en Palau?
Habrá que darle en su día las gracias a JxCat y Esquerra -por mucho que por lo bajini renieguen ahora de él- porque en su día lo votaron. Y a la CUP por abstenerse.
Disfrutemos de momento de lo votado. Vienen tiempos peores." (Xavier Rius, director de e-notícies, 26/08/20)
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