"El presidente de la Generalidad, Artur Mas, ha recuperado su estrategia de desprecio dialéctico
hacia el resto de España. Este miércoles, durante la sesión de control
del Parlamento autonómico, Mas ha aprovechado una interpelación de la
líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, para cargar contra el
Estado español, al que ha calificado de “subsidiado y subvencionado” en
contraposición con “la Cataluña productiva”. (...)
No es la primera vez que el líder de CiU menosprecia a instituciones nacionales o a territorios del resto del país. A principios del año pasado también cargó contra Andalucía.
“Pensad que, con la que está cayendo en estos momentos, hay algunas
CCAA que están subiendo el presupuesto, y no son las más productivas,
sino que muchas veces son las más subsidiadas, cosa que debería mover a alguna reflexión general en el conjunto del Estado”, señaló entonces.
Pero los desaires de Mas han ido más allá de las cuestiones económicas. Basta recordar la mofa del acento de los niños andaluces que lanzó durante un debate en la Cámara autonómica en septiembre de 2011:
“Estos niños y niñas sacrificados bajo el durísimo yugo de la inmersión lingüística en catalán sacan las mismas notas de castellano que los niños y niñas de Salamanca, de Valladolid, de Burgos y de Soria; y no le hablo ya de Sevilla, de Málaga, de Coruña, etcétera, porque allí hablan el castellano, efectivamente, pero a veces a algunos no se les entiende. A veces no se les acaba de entender del todo pero hablan castellano, efectivamente. ¿Dónde está el problema?”.
Los lugartenientes del presidente autonómico tampoco se han quedado atrás. En noviembre de 2011, el portavoz de la Generalidad, Francesc Homs, señaló:
“Aquí [en Cataluña] hubo una gente en el siglo XIX que decidió hacer la revolución industrial, mientras pastoreaban cabras en otros lugares del Estado español y ni se lo plantearon. [...] Otros países, los que van bien en Europa, sí que han tomado decisiones hace tiempo. Es decir, o miramos a Andalucía, o miramos a los alemanes”.
Y un mes antes,
el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, cargó
contra los receptores del PER, principalmente jornaleros andaluces y
extremeños. “No hay derecho a que mientras nuestros campesinos tienen
que dejar alguna fruta en el árbol porque no la pueden coger, porque no
le sale a cuenta cogerla por el precio que le pagan, otros lugares de
España, con lo que aportamos nosotros al conjunto del Estado, reciban un PER para pasar la mañana, o toda la jornada, en el bar de su pueblo, por mucho que se enfaden. [...] Eso se tiene que acabar”, señaló entonces." (lavozdebarcelona, 05/06/2013)
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