"Por otro lado, en una entrega anterior, presentamos la normalización radical por inmersión precoz, total y obligatoria, implantada en el sistema educativo de Cataluña. Y nos preguntábamos en qué medida esta normalización radical por inmersión contribuía o no a dotar a los escolares catalanes de los medios necesarios
que les permitieran adquirir una competencia lingüística funcional y
operativa en español, que coadyuvase al éxito escolar, profesional y
social del alumnado.
Hoy, daremos una primera respuesta a esta pregunta. Y para ello,
reflexionaremos sobre cómo se desarrolla la facultad del lenguaje y
sobre cómo se aprenden las lenguas naturales. ¿Qué nos dice sobre esto la psicolingüística?
Los psicolingüistas han ideado y elaborado una serie de modelos
explicativos, para tratar de desentrañar el misterio de un aprendizaje
lingüístico eficaz, desde la más tierna edad. Uno de los últimos modelos
es el cognivista.
Éste nos permitirá responder a la pregunta: ¿De qué
depende y cómo se favorece el desarrollo de la facultad del lenguaje y
la adquisición-aprendizaje de una lengua y, en concreto, del español en
Cataluña?
Para desarrollar la facultad del lenguaje y para aprender una o varias
lengua(s) natural(es) son absolutamente necesarios dos soportes. El
primero es un soporte somático sano (...) El otro es un soporte social (pensemos en la película de François Triffaut, L’enfant sauvage) si, durante los primeros años de vida, al recién nacido se le aísla y
se le priva del comercio lingüístico con los miembros de la comunidad
de la que forma parte, será imposible que aprenda, después, la lengua en
cuestión o cualquier otra.
Ahora bien, en este aislamiento y en esta privación de los contactos
con los miembros de la comunidad lingüística puede haber grados. Y
además, la calidad lingüística de estos contactos puede ser diversa. Una
cosa es el aislamiento total y la privación absoluta de comercio
lingüístico (cf. la historia de L’enfant sauvage, caso
excepcional), que hace imposible el aprendizaje o la adquisición
posteriores de las lenguas naturales.
Pero, hay otros grados de
aislamiento o privación o pobreza lingüísticos, que hacen que la
facultad del lenguaje no se desarrolle completamente o que se desarrolle
mal. Y aquí es donde es pertinente traer a colación la teoría
cognitivista, tanto para explicar cómo se aprenden las lenguas naturales
como para denunciar una nueva mentira sobre la política lingüística en Cataluña.
Según los defensores de la política de inmersión, los niños y jóvenes
de Cataluña llegan a tener un dominio del español igual o superior al de
los niños y jóvenes de las regiones hispanohablantes.
La ‘teoría de los dos códigos’ (Basil Bernstein) así como las deducciones y consecuencias que se derivan de ella, son congruentes con el approche
cognitivista del aprendizaje lingüístico.
Según esta teoría, el
desarrollo de la facultad del lenguaje y el nivel de competencia
lingüística alcanzado en una lengua determinada (cf. la dicotomía código
restringido vs. código elaborado) dependen, por un lado, de la cantidad, de la variedad, de la intensidad y de la calidad de los inputs
(mensajes lingüísticos) que recibe el niño o el alumno en el contexto
familiar, social y escolar; y, por el otro, de la gestión y del
tratamiento de estos inputs por el SAL (sistema de adquisición del lenguaje), esa especie de boîte noire, alojada en el cerebro de cada discente.
En efecto, a partir de nuestro vécu y de la experiencia
empírica, podemos constatar y sabemos que todo recién nacido (sano y
criado en el seno de una comunidad lingüística) consigue, en un espacio
muy breve de tiempo (entre los 2/3 y los 4/5 años), comunicar
(comprender y expresarse oralmente) en la lengua de su ecosistema
lingüístico.
No se sabe muy bien lo que sucede en esa boîte noire
que es el cerebro. Pero, sea cual sea la o las lengua(s) utilizada(s)
por los que le rodean, el recién nacido consigue comunicar con ellos en
una o en varias lenguas, y esto no le supone ningún esfuerzo especial
(es lo que se denomina adquisición, en oposición al aprendizaje, que
tiene lugar en la escuela y que exige sangre, sudor y lágrimas para
intentar llegar -en general, sin conseguirlo- al mismo resultado).
Ahora bien, la adquisición del lenguaje no termina a los 4/5 años, ni
termina nunca: podemos y debemos mejorar nuestras competencias
lingüísticas a lo largo de toda nuestra vida. Así, con la entrada en la
institución escolar, el niño combina y completa la adquisición natural
de la(s) lengua(s) con la enseñanza-aprendizaje de la(s) misma(s) (o
adquisición artificial).
En efecto, la escuela permite al niño, por un
lado, completar o complementar el código restringido con el código
elaborado (cf. B. Berstein). Pero, por otro lado, hace que el niño transite del estado de analfabeto al de alfabeto (i.e. del no saber leer y escribir al saber leer y escribir).
En este aprendizaje lingüístico continuo, para llegar a dominar el
código elaborado e instalarse en el mundo de los alfabetos, juega un
papel fundamental la escuela. Y, en ésta, el tiempo dedicado al estudio
de las lenguas es fundamental; y, sobre todo, el estatus (lengua
vehicular o no) de las mismas. Los contextos familiar y social juegan un
papel en la adquisición del código restringido.
Ahora bien, de la
escuela depende que los alumnos alcancen una competencia lingüística
superior, funcional y operativa, para desenvolverse en cualquier
situación de comunicación. Por eso, si una lengua (es el caso del
español en Cataluña) no es utilizada como lengua vehicular (lengua de
enseñanza-aprendizaje en el sistema educativo catalán), los inputs de los alumnos hispanohablantes no tendrán la cantidad, la variedad, la intensidad y, sobre todo, la calidad necesarias para asegurar su aprendizaje eficaz y para que se pueda desarrollar un bilingüismo integral, integrador y equilibrado.
Privar al español del estatus de lengua vehicular es privarlo del papel
(en cantidad, variedad, intensidad y calidad), absolutamente necesario,
para que los alumnos catalanohablantes e hispanohablantes lleguen a
dominar el código elaborado, base y fundamento del éxito escolar, social
y profesional.
Ante estas verdades de Perogrullo, llaman poderosamente
la atención las memeces proferidas por la casta política, de las que nos
ocuparemos en una próxima entrega, cuando parlotean sobre política lingüística
y afirman, sin ton ni son, que los resultados escolares obtenidos en
Cataluña son satisfactorios e incluso mejores que en las CCAA sin dos
lenguas oficiales." (Manuel I. Cabezas González, lavozdebarcelona.com, Jueves, 27 de junio de 2013)
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