23/2/15

Una República catalana con una deuda semejante nacería quebrada, como quebrada está ya la Generalitat actual

"Ferran Brunet y Joan Hortalà son, ambos, doctores en Economía, con muchas clases en la Universidad a sus espaldas y amplios conocimientos en su materia. Brunet es uno de los impulsores de Societat Civil Catalana; Hortalà, aunque alejado de la primera línea de la política, tiene un amplio historial en las filas de Esquerra Republicana. 

Brunet está convencido de que Cataluña está mucho mejor dentro de España; Hortalà, sin negarlo, es más proclive a la secesión. Ambos contrastan sus argumentos en la revista inQualitas: el resultado, como era de esperar, es la victoria de Brunet por goleada.

Hay que reconocer que Hortalà parece consciente de la debilidad de su posición y, en muchas ocasiones, se limita a tirar pelotas fuera. 

Por ejemplo, a la pregunta “¿En el supuesto de una declaración inamistosa de independencia, ¿el nuevo estado catalán quedaría automáticamente descapitalizado y sin posibilidad de acceder al crédito internacional?”, mientras Ferran Brunet responde con claridad y solidez (“Efectivamente, un hipotético Estado catalán independiente llegaría sobrecargado de deudas y quedaría excluido del crédito internacional), Hortalà se refugia en un condicional que apenas se sostiene y en una apelación al sentimiento que reconoce implícitamente que es Brunet quien tiene razón: “Depende de cómo pudiera mantener sus relaciones con la Unión Europea y secuencialmente con el Banco Central. 

Fuera de la Unión Europea la situación sería crítica en términos económicos y financieros. En el ámbito de los sentimientos, sin embargo, el planteamiento (y el consiguiente sacrificio) podría revelarse aceptable. Pues que lo digan claro para que todos sepamos a qué atenernos. Vamos, que el noupaís sería una ruina y que los miles de euros que cada catalán vería aparecer en su bolsillo al no tenerlos que enviar “a Madrid” son una engañifa de primera.

El resto del cuestionario no tiene desperdicio. Por ejemplo, cuando se plantea la relación de una hipotética República Catalana con la Unión Europea, las respuestas son reveladoras.

Brunet, una vez más, impecable: Cataluña no es signataria de los Tratados de la Unión Europea. Luego, en una hipótesis de que alcanzara a independizarse y ser Estado soberano no formaría parte de la Unión Europea. Tampoco formaría parte del eurosistema. En una Cataluña independiente el euro podría usarse del mismo modo que se usa en Kosovo e igual que se usa el dólar en Somalilandia.”

Hortalà, el pobre, tirando balones fuera y suplicando al gobierno de España: La relación hasta ahora existente se quebraría, por lo menos a corto plazo. En este escenario, de todas maneras, la negociación con el gobierno central y también con los organismos representativos de la UE sería crucial.

Muy buena es la respuesta de Hortalà al ser preguntado por el sistema financiero de la hipotética República catalana: “Sin acumulación previa, ni transferencias convenidas, la única vía serían los recursos propios tipificados en el presupuesto, integrando en su estructura lo que ha dado en llamarse “dividendo fiscal”

 O sea, para que todo el mundo lo entienda, subida de impuestos a saco, empobrecimiento brutal de los catalanes y el supuesto déficit fiscal que se esfuma ante las necesidades presupuestarias de esta Catadisney que nace quebrada.

Siguen afirmaciones de Hortalà del tipo: “Siempre cabe la vía del entendimiento con buena voluntad” (como en Ucrania, ¿no?), “Esta pregunta no tiene una respuesta única”, “la graduación temporal es importante”. Salidas poco convincentes que a duras penas disimulan que el escenario que nos ha vendido el separatismo hasta ahora era una falsedad de enormes dimensiones.

Por el contrario, Brunet responde clar i català, con rigor y precisión, sin refugiarse en vaguedades ni condicionales, desmontando las mentiras del secesionismo. Aquí van algunas de sus perlas:
  • El infierno fiscal, político e ideológico de la Cataluña actual, donde ellos mandan, prefigura qué sería este país si alcanzaran a mandar ellos solos, sin límites. Éste es su paraíso”.
  • “Una República con una deuda semejante nacería quebrada, como quebrada está ya la Generalitat actual, que si paga es porque es el gobierno de España pone los euros”.
  • “No habrá ningún acuerdo de tránsito porque, naturalmente, no habrá independencia. Lo demás es somiar truites”
  • “En 2014 la Comunidad de Madrid ha recibido seis (6) veces más inversión extranjera que Cataluña. Sí, los separatistas aciertan: Madrid ens roba las inversiones que ellos ahuyentan, con muchas ínfulas y eficacia. El daño que el desafío separatista produce a Cataluña y a todos los catalanes es, evidentemente, de un hondo calado. La responsabilidad personal e histórica de los líderes nacionalistas es enorme.”
  • Necesitamos que la broma separatista a la que juega parte de la élite política catalana termine ya.”           (Dolça Catalunya, 20/02/2015)

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